Legisladores oficialistas y del justicialismo procuraban anoche cerrar un
intrincado acuerdo político para aprobar la eliminación de exenciones impositivas y la creación de
un fondo salarial que permita destrabar el conflicto con los gremios del sector público. El
objetivo es despachar esta mañana, en la comisión de Asuntos Laborales de la Cámara baja, un
dictamen con el consenso suficiente como para que sea aprobado en las sesiones extraordinarias
citadas para hoy.
"La salida pasa por lograr los consensos necesarios para que la Legislatura en
su conjunto pueda aprobar un proyecto que destrabe esta situación sin desfinanciar a la provincia",
resumió el titular de esa comisión, José María Tessa.
El legislador frentista, coautor de uno de los proyectos en discusión, reconoció
anoche a LaCapital que la reunión de la comisión de Laborales quedó postergada para la mañana de
hoy. Procura consensuar un dictamen con sectores del PJ, con la mira puesta también en el Senado,
donde la mayoría reutemista ya mochó dos intentos de reforma tributaria.
El día D se trasladó para la jornada de hoy, en la que ambas cámaras están
convocadas a sus habituales sesiones extraordinarias. De obtenerse el consenso que el oficialismo
anoche aseguraba contar de parte de los legisladores del PJ de extracción gremial (el bloque
Producción y Trabajo que preside el diputado Cejas), la iniciativa se trasladará al Senado. Los
senadores del PJ rechazan las modificaciones impositivas contenidas en los tres proyectos en danza
en Diputados y reclaman antes que nada que el Ejecutivo ahorre en gastos corrientes.
Así, en el mejor de los casos para la Casa Gris, y para los empleados públicos
que ayer realizaron una masiva manifestación en la capital de la provincia, el Senado devolverá un
dictamen propio a la Cámara baja, donde la suerte del proyecto original dependerá de que reúnan los
dos tercios de los votos para insistir.
En la Legislatura hay cuatro proyectos presentados para crear un fondo salarial.
Uno, el reutemista-obeidista, rechaza el aumento de impuestos y propone conformar esa masa de
recursos con ahorro y flexibilización para tomar deuda. Los otros tres contemplan, con matices, la
eliminación de las exenciones de las que gozan distintos sectores económicos sobre ingresos
brutos.
Estas iniciativas son las del oficialismo, la del bloque gremial del PJ y la del
Frente para la Victoria. Entre la iniciativa del Frente Progresista y los proyectos justicialistas,
la principal diferencia es el nivel de imposición al campo y a la industria. El primero tiende a
limitar el efecto de una suba del impuesto al agro y los segundos a la producción
manufacturera.
La principal diferencia entre el proyecto del bloque que preside Luis Rubeo y
los otros dos, en cambio, está en el destino de los fondos. El kirchnerismo pretende que se fije
por escrito que también se usarán para ayudar a aumentar los sueldos a los empleados de municipios
y comunas.
Durante el día de ayer, negociaron el FP y el bloque gremial. El kirchnerismo
por ahora está a la espera. Desde sus filas, señalaron que esperan hacerse hoy temprano del
borrador que se acuerde entre el para decidir su postura. "Por lo que sabemos que se está
manejando, todavía estamos muy lejos", dijeron desde ese bloque.
Si el oficialismo, aliado a los jefes de los sindicatos del sector público,
quiere sortear con éxito el ping pong legislativo que le planteará el Senado, necesitará los votos
del Frente para la Victoria para insistir. El asunto es cómo los busca: si por consenso, cediendo
en el dictamen para equilibrar más la carga tributaria entre el campo y la industria, o de prepo,
apostando a encerrarlo políticamente a través del acuerdo con los gremios y el fantasma de quedar
pegado al reutemismo.
Aumentar impuestos tiene sus costos políticos y pagar más sueldos sus
beneficios. Lo que está en juego es cuánto pierden y cuánto ganan los distintos bloques si se
acuerda un proyecto común. La confrontación nacional y los alineamientos en torno de la deuda y el
impuesto al cheque meten su ruido en esta negociación. Y el riesgo para el oficialismo es quedarse
sin nada. La jornada parlamentaria de hoy será clave para la desaceleración o profundización del
conflicto gremial.