El ajuste del gasto público deberá ser de 140 mil millones de pesos el año próximo, en relación a 2018, para alcanzar la meta de déficit fiscal primario pactada por el gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI). De acuerdo a la ruta del recorte propuesta por el gobierno nacional, las provincias recibirían un recorte de 46.330 millones de pesos.
Los números surgen del último informe realizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que se mete en la discusión entre el Ejecutivo central y los Estados subnacionales sobre el reparto del ajuste que se necesitará para alcanzar la meta pactada con el Fondo. En las reuniones, los funcionarios nacionales propusieron absorber dos tercios de la carga, mientras que una tercera parte sería para la provincia.
En esa mesa se partió de una proyección de recortes de 360.542 millones de pesos para 2019, de los cuales 120.181 millones de pesos estarían en cabeza de las provincias. Pero el Iaraf aclaró que esa magnitud de ajuste se calcula en base al gasto proyectado originalmente para el año próximo. En cambio, si el recorte se calcula sobre la proyección para 2018, alcanzaría los $ 140.000 millones.
"No se trata de metodologías alternativas, simplemente de expresar el recorte sobre el gasto de un año o del otro", aclara el instituto, que opina que "es mucho más razonable y simple establecer el monto de recorte sobre el gasto proyectado 2018".
"Sumar a la discusión un monto de recorte calculado sobre el gasto 2019 pero expresado en moneda del 2018 solamente agrega confusión; no es relevante el monto de $ 300.000 millones del que tanto se habla", indicaron desde el instituto.
La discusión entre Nación y provincias se centra en el camino a definir para alcanzar un déficit primario de 1,3 por ciento del PBI en 2019.
De acuerdo a las proyecciones del gobierno nacional, se prevé una baja del ingresos totales, en relación al PBI, de 0,55 puntos porcentuales respecto de 2018, debido a que continuará la baja de impuestos. También subirá el componente automático del gasto primario, de 0,57 punto. Como el déficit tiene que bajar 1,4 punto entre un año y otro, la baja necesaria en el componente no automático del gasto primario debe ser equivalente a 2,52 puntos porcentuales.
El Iaraf explicó que la distinción entre el componente automático y el no automático del gasto primario surge a raíz que el primero se encuentra subordinado a la inflación pasada. Ese componente crece respecto del PBI, de 10,38 por ciento a 10,95 por ciento en 2019.
Para compensar esta suba, el gasto no ajustable automáticamente debe caer. Este componente contempla los subsidios a la energía y al transporte, los gastos de funcionamiento (salarios y bienes y servicios), las transferencias corrientes a provincias, el gasto de capital y otros gastos corrientes.
Según el Iaraf, lo que surge de los números es que el gasto no ajustable automáticamente por inflación proyectado originalmente para 2019 debe disminuir en $ 360.542 millones. La otra manera de calcular el recorte de gasto no automático es hacerlo sobre el 2018. Eso significa que deberá ajustar $ 138.989 millones.