Financiamiento y coparticipación, en la agenda de Nación y provincias
El ministro de Economía, Amado Boudou, aseguró que el gobierno nacional está "analizando el
cuadro completo" de la situación fiscal de las provincias para buscar, "en el marco del diálogo
entre la presidenta y los gobernadores", una solución a las necesidades financieras de los Estados
del interior.
28 de agosto 2009 · 01:00hs
El ministro de Economía, Amado Boudou, aseguró que el gobierno nacional está
"analizando el cuadro completo" de la situación fiscal de las provincias para buscar, "en el marco
del diálogo entre la presidenta y los gobernadores", una solución a las necesidades financieras de
los Estados del interior.
Por primera vez desde que asumió, el jefe del Palacio de Hacienda se refirió a
la relación fiscal entre Nación y provincias, que promete alumbrar una nueva generación de "pactos
federales ad hoc", a partir de un escenario que se veía venir desde al menos el año pasado.
Este cuadro incluye la necesidad de las provincias de hacer frente a los gastos
más urgentes, fundamentalmente el pago de salarios, dentro de un contexto en el que el déficit
financiero consolidado de los distritos alcanzaría los 10 mil millones de pesos a fin de año. Pero
también contempla la lectura poselectoral, con una mapa político territorializado, que habilitó a
gobernadores y legisladores a iniciar una ofensiva para recuperar recursos coparticipables.
La advertencia del gobernador cordobés, Juan Schiaretti, sobre que no podrá
abonar los sueldos en la provincia si la Nación no gira los fondos de la Caja de Jubilaciones y del
Programa de Asistencia Financiera, aceleró los tiempos. Córdoba es uno de los distritos más
endeudados del país pero su situación fiscal es un paraíso al lado de la provincia de Buenos
Aires.
La conflictiva situación en estas dos grandes provincias y en otros distritos,
como Santa Cruz, amplificó las especulaciones sobre el regreso de las cuasimonedas. El ministro de
Economía de la Nación consideró que eso "sería una mala señal" y se comprometió a analizar los
reclamos en el marco del diálogo político con los gobernadores.
Pero al mismo tiempo fijó límites. Por un lado, castigó a Schiaretti al asegurar
que "Córdoba es una provincia que permanentemente aparece con dificultades", por lo cual "no es
justo que se vaya con las soluciones a los que más problemas tienen". Por otro, advirtió que antes
de tomar decisiones, el gobierno nacional va a analizar "cuáles son las modificaciones que se
proponen en el Congreso a la coparticipación federal".
Congreso. Por lo pronto, la Casa Rosada envió una señal avalando el proyecto
presentado por tres diputados del Frente para la Victoria, entre ellos el santafesino Gustavo
Marconato, para suspender durante este año y el próximo las restricciones presupuestarias y
financieras que impone la ley de responsabilidad fiscal aprobada en 2004. Esta norma impone límites
en materia de déficit y endeudamiento.
Pero la flexibilización de condiciones para aumentar el gasto y endeudarse
resuelve sólo una parte del problema. La otra es dónde conseguir el dinero. Hoy el principal
acreedor de las provincias es el Estado nacional, a partir de las transferencia de deudas que operó
en el último pacto fiscal. El grueso de esta deuda de casi 70 mil millones de pesos, en rigor, se
concentra en Córdoba y Buenos Aires.
El crédito privado es inexistente o carísimo, de modo tal que el prestamista de
última instancia es el Estado nacional, que también está en problemas. Con la sábana corta, los
contactos de Boudou con el FMI son claves. También juegan las retenciones, lo que explica que esta
vez los gobernadores no hagan cola para respaldar la nueva protesta rural.