Las decisiones adoptadas en Londres por los miembros del G-20 para reformar el sistema financiero y
hacer frente a la crisis internacional impulsaron a la Bolsa de Nueva York, que hacia la media
sesión aceleraba su avance y registraba subidas cercanas al 4 por ciento.
El índice Dow Jones de Industriales, que agrupan las acciones de las 30 mayores empresas
cotizadas en Nueva York, subía el 3,99%, recuperaba más de 300 puntos y alcanzaba los 8.067 puntos
en la jornada bursátil.
El avance de 28 de sus 30 valores, permitió a ese índice superar el nivel de los 8.000 puntos
que perdió a comienzos de febrero. Los valores que más subían eran Alcoa (11%), General Motors
(10%), Caterpillar (9,5%), Honeywell (8,5%) y Walt Disney (8,8%).
El selectivo S&P 500 ascendía a esa hora un 4,1% para tocar los 844 puntos, mientras que
el tecnológico Nasdaq escalaba el 4,5% y superaba las 1.621 unidades, empujados igual que el resto
del mercado por el optimismo despertado por los resultados de la reunión del G-20 en Londres.
En esa reunión se acordó acometer "la reforma más profunda del sistema financiero desde
1945", en palabras del presidente francés, Nicolás Sarkozy, y que implica acabar con los paraísos
fiscales, propiciar una contabilidad más clara, limitar la remuneración de directivos y aumentar la
supervisión de los mercados.
El sector financiero, uno de los más castigados durante los últimos meses, se encontraba hoy
entre los que más avanzaban en Nueva York, con una suba media cercana al 5 por ciento.
Además, los cuatro valores más activos de Wall Street eran de ese sector: Citigroup (+3,36%),
Bank of America (+5,27%), Wells Fargo (+7,2%) y AIG (+6,64%), seguidos de General Electric
(+7,75%).
Como reacción a estos avances, que eran generalizados en el resto de las plazas financieras
de todo el mundo, el precio de los bonos del Tesoro estadounidense caía y la rentabilidad, que
oscila en sentido contrario, subía con fuerzas hasta superar el 2,75 por ciento.
El oro, que como la deuda pública sirve a menudo de refugio para los inversores que no
confían en la rentabilidad que puedan encontrar en el mercado de valores, también bajaba hoy un
2,6%, de forma que la onza de oro de los contratos de futuros más negociados se vendía a 903,7
dólares.
Por contra, el crudo continuaba con su carrera alcista y se apreciaba más de un 8% para
cambiarse a 52,25 dólares el barril de petróleo de Texas, lo que se puede interpretar como una
muestra más de la confianza de los inversores en la recuperación de la economía y, por tanto, del
consumo de los estadounidenses.