El gobierno nacional derogó la resolución 125 por la cual las retenciones dejan
de ser móviles. Sin embargo se desconoce cuál puede ser la nueva resolución. En el mientras tanto
volverían a operar las retenciones al 35 por ciento, por ende se produce un efecto riqueza, ya que
la diferencia entre las retenciones móviles y las fijas es del 12 por ciento, esto implica que de
vender a un nivel inferior a los mil pesos pasa a un precio superior a dicho valor.
En la economía se producen dos efectos muy importantes. Por un lado, el
productor al ver mejorar sus ingresos vende el producto primario, con lo cual liquida divisas,
ingresan pesos al país y la liquidez se reestablece y, por el otro, se produce un efecto riqueza en
el sector privado que mejora la actividad económica en general.
Si esto ocurre el Banco Central (BCRA) recuperará rápidamente los dólares que
perdió, la liquidez permitirá una baja en los tipos de interés y todo esto dará lugar a una
recuperación de los bonos y acciones en el mercado doméstico.
En cambio, un entorpecimiento en las negociaciones entre gobierno y campo puede
dar lugar a una contracción y recesión prolongada e importante en el mercado interno.
La economía local es muy pequeña y altamente cerrada. La cantidad de soja que
falta comercializar alcanza los 20 millones de toneladas, la postergación de esta venta implica
menos liquidación de exportaciones y un mercado del dólar más ajustado. La venta de esta
mercadería, ya sea por el atractivo de menos retenciones o un dólar más elevado, genera más
liquidez en la plaza.
La realidad indica que el mercado local está renuente a invertir, producto de la
alta discrecionalidad que tienen el Poder Ejecutivo de fijar las normas. Como consecuencia, la
inversión está alejada de las acciones y los bonos. El índice Merval se ubica por debajo de los
2.000 puntos y con horizonte en los 1.500 puntos. Los bonos siguen mostrando rendimientos
estrafalarios en este contexto.
El dólar a 3,05 pesos seguirá en torno a ese valor, si y solo sí el gobierno el
lunes baja efectivamente las retenciones. Si no lo hace hay muchas chances de que se ubique en un
nivel más elevado, con el fin de tentar a los hombres de campo a que liquiden la soja con precios
del dólar más altos.
A cuarteles de invierno
Todo resulta muy discrecional en esta etapa, en donde el Ejecutivo viene de
perder con el campo. El rotundo revés del Senado dejó al gobierno con poco margen para
negociar.
Por el momento lo mejor pasa por acopiar dólares a 3,05, aprovechar la
circunstancia local y realizar colocaciones en pesos a 90 días a tasas de dos dígitos y alivianar
posiciones en acciones y bonos.
En el plano internacional la caída en el precio del petróleo preanuncia un
cambio en los precios de las materias primas. El petróleo bajó 15 dólares en tres días y recuperó
muy poco el viernes. Una baja en el precio del petróleo arrastraría a otros productos primarios
como la soja, hecho que complicaría a la economía Argentina.
El exterior también existe
En los últimos días se apreció como las tasas de interés a escala mundial no
paran de subir, la inflación es un flagelo que acecha a todo el mundo y esto complica a los
mercados financieros.
La realidad es que se está ante un escenario de suba de tasas internacional y
corte del crédito, con lo cual la liquidez manda.
En la actualidad, el bono del Tesoro estadounidense rinde el 4,1 por ciento
anual, mientras que un bono corporativo de una empresa de ese país rinde como mínimo el 5 por
ciento anual y los títulos de Rusia o Brasil el 8,5 por ciento anual. Con estos rendimientos no hay
aliento para la actividad productiva, lo mejor es desensillar hasta que aclare y en el mientras
tanto dejar el dinero en el refugio financiero.
Argentina se encuentra ante un escenario dual, si el campo vende su cosecha, ya
sea por una menor retención o un tipo de cambio más elevado, se estará a salvo de la recesión. Si
esto no ocurre el escenario será muy difícil de sobrellevar.
Las acciones están atadas al escenario de liquidez, a más liquidez menos baja, a
más iliquidez mayor caída. Algo parecido sucede con los bonos y con el dólar.
Alta volatilidad
Todo indica que los mercados financieros están complicados y las materias primas
están bajando sus precios. Esto trae aparejado un efecto pobreza sobre el mundo emergente y aleja
los fantasmas de la inflación para el mundo desarrollado, con lo cual Argentina está en un problema
muy serio porque dos pinzas la amenazan:
Si los precios de los productos primarios bajan el efecto pobreza operará muy
negativamente sobre la economía doméstica.
En el plano interno, si las retenciones bajan será muy positivo, y si no lo
hacen será muy negativo. Como verán existen muchas variables incontrolables para el inversor que
ante este escenario se retira del mercado comprando dólares y llevándolos a una caja de seguridad o
al exterior con tasas del 5 por ciento anual, que son muy atractivas en función de la realidad
local, en donde un día se habla de que renuncia el vice y otro la presidenta.
Ya no se trata de que exista seguridad jurídica o fiscal, no hay seguridad del
Estado de Derecho.
Negativo
Las Bolsas de todo el mundo marcan nuevos mínimos: en Estados Unidos producto de
la crisis bancaria, en el Viejo Continente por la sobrevaluación de su moneda (euro), en China por
el ritmo que fue adquiriendo la inflación, en Brasil por la suba de tasas. Todos tienen una excusa
para que el precio de los activos decaiga.