Después de muchos años al frente de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) no habrá un conductor surgido desde adentro de esa monumental estructura que otrora, cuando se la quería desacreditar políticamente, se le endilgaba ser una caja de subvención para actividades partidarias. Raúl Stival, ingeniero eléctrico egresado de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), de larga experiencia en la compañía (trabajó en áreas como Distribución, Técnica, Comercial y Relaciones Institucionales), ocupaba la presidencia desde fines de 2015 y fue reemplazado el martes a la noche por Maximiliano Neri.
Si bien la salida de Stival era algo resuelto desde al menos un mes atrás (no se sabe si por decisión propia o sugerencia de la Casa Gris), todavía es imposible mensurar las consecuencias de la medida. La EPE posee dos estructuras poderosas que mostraron unas filosas garras en la década del 90, cuando el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo casi cierra con una empresa italiana su traspaso: la que agrupa al personal jerárquico y el propio gremio de Luz y Fuerza (ver aparte).
Ninguno ha dicho "esta boca es mía" y es imposible que Stival no hubiera hecho saber que se iba o que se peleó duramente días pasados con los senadores provinciales, en el marco de una reunión reservada que mantuvieron por el tema de actualidad: los aumentos tarifarios.
A la administración de Miguel Lifschitz los incrementos de las facturas de energía eléctrica que comenzaron a llegar a los hogares santafesinos les explotaron en cara, como también un generalizado reproche que la encontró desprevenida. Es que los santafesinos no sólo se quejan del gobierno nacional por el tema sino que, en el caso de la EPE, acusan a los socialistas de lo mismo que critican al presidente Mauricio Macri.
Eso generó desde las últimas semanas estados deliberativos en la Legislatura provincial, la Casa Gris y la propia empresa. "Claro que estamos expectantes y no vamos a dejar que ajusten con nosotros. Si alguno lo piensa, que se lo saque de la cabeza", reveló a título personal un lucifuercista.
Neri, por su parte, se venía desempeñando como subsecretario de Energías Renovables de la provincia con un más que bajo perfil. Ahora pasó a pilotear en la tormenta como nuevo presidente del directorio de la EPE. Y tampoco ha dicho nada.
Lo que más sorprende, y ha generado que las estructuras internas miren de reojo, es que se trata de un político que responde a la secretaria de Energía de la provincia, Verónica Geese. Por eso se espera conocer cuál será su discurso en su acto de asunción.
Desde el congelamiento de tarifas, a su retraimiento a 2017 y la declaración de emergencia energética en ambas las Cámaras legislativas, hay toda clase de iniciativas dando vuelta para encontrar una respuesta política que satisfaga mínimamente a los usuarios. En ese marco fue la reunión de días atrás entre los senadores y las autoridades de la EPE, en la que la tensión, según algunos legisladores, fue extrema.
Lifschitz viene pulseando, cruzando críticas filosas, con el gobierno nacional, al que le atribuye trasladarle a las provincias el costo político de los incrementos de tarifas. El intendente santafesino y referente de Cambiemos, José Corral, sorprendió a la Casa Gris y a la propia EPE rescindiendo unilateralmente el contrato (de 1996) por el cual sumaba en las facturas un cargo por alumbrado público. Al quitarlo, representaría —según calculó el radical— un ahorro del 10 por ciento para los vecinos.
El broche de oro fue la renuncia de Stival. Y no se sabe aún como seguirá el complejo panorama.
historial. Stival desempeñó funciones en diversas áreas de la EPE.