De las 180 empresas abocadas a la generación de energía distribuida contabilizadas a fines de 2019 en la provincia de Santa Fe, 96 dejaron de existir o bien se reconvirtieron, tras el vencimiento en diciembre pasado del programa de fomento de energía distribuida fotovoltaica. Desde la Cámara Santafesina de Energía Solar (Cases) responsabilizan al gobierno provincial de “dejar caer la rama” de esta actividad, al no renovar ese plan o bien implementar uno nuevo de promoción, que sea viable.
El 31 de diciembre pasado venció el programa Prosumidores, por el cual los usuarios del sistema eléctrico santafesino pertenecientes a la EPE y las cooperativas eléctricas adheridas, podían generar energía a partir de fuentes renovables e inyectarla a la red, con un reconocimiento económico y un ahorro en la factura de luz, una recuperación de la inversión en los equipos fotovoltaicos en el mediano plazo y el acceso a herramientas de financiamiento para acceder a los mismos.
A la fecha, el gobierno provincial no renovó el programa, por lo que ahora rige un protocolo de facturación acorde al incentivo que estaba vigente, por el cual la energía que los usuarios generan la sigue comprando la EPE pero la paga a precio mayorista. Y esa misma energía luego es facturada a los usuarios a precio minorista, en promedio tres veces más cara. De allí que “ya no es rentable producir la propia energía y por ende, no hay incentivos para comprar e instalar paneles solares, por más conciencia que se tenga”, expresó Mariano Sanez Almagro, miembro de Cases.
Mientras tanto, se continúa cobrando en las facturas de la EPE el incentivo monetario para el repago de los sistemas, que en las boletas figura como “Ley 12.692 Energías Renovables”. Parte de ese fondo se usó para pagar los incentivos a quienes ya tienen paneles, “pero eso ahora se perdió y es lo que precisamente ayudaba a que el sector creciera”, remarcó el empresario, e indicó que el año pasado ese fondo recaudó 80 millones de pesos, y se estima que este año reunirá unos 50 millones.
“Lo que no logramos entender es por qué se destruyó algo que estaba, sin tener nada nuevo, sin tener un plan ni una política para las energías renovables. Al principio, cuando asumieron las autoridades, nos dijeron que iban a darle una prórroga de un año más a esto (Prosumidores), y después de un día para otro dijeron que no habría prórroga ni nada, que se iba a hacer algo nuevo, superador, lo cual celebramos y nos pusimos a disposición, pero el gobernador Omar Perotti nunca nos convocó ni nos escuchó”, remarcó Sáenz Almagro.
En ese sentido, indicó que desde la cámara “hemos pedido entrevistas con él en tres oportunidades por mesa de entrada, y nada. La ministra (de Medioambiente, Erika Gonnet) tampoco nos ha atendido ni siquiera el teléfono, mucho menos ha aceptado reunirse con nosotros. Sólo hemos logrado encuentros con funcionarios de segunda línea que nos dicen que se va a hacer algo, pero que no es fácil y que entienden nuestra situación. Pero no avanzamos y así ya estamos en septiembre. Tal vez para diciembre saquen un programa maravilloso, superador, pero no va a haber quien lo ejecute, porque nosotros para entonces ya no vamos a existir”, sentenció el empresario.
De las 84 empresas que siguen en pie, sólo el 21% se dedica pura y exclusivamente a las energías renovables y el resto fue migrando a otros rubros, conservando a las renovables “como accesorio, no como lo principal, porque hoy no es redituable”, acotó Saenz Almagro. Cases estima que el cierre de las 96 empresas de energías renovables generó una pérdida de 350 puestos de trabajo directo. No hay datos sobre el impacto en el empleo indirecto.
“Nosotros en los últimos siete años (dependiendo de cuándo haya empezado a funcionar cada emprendimiento), nos fuimos capacitando y preparando para un determinado mercado. Cuando asumieron las nuevas autoridades, ese mercado, tal como nosotros lo conocíamos, desapareció por completo. No tenemos dónde vender”, lamentó Saenz Almagro, cuya empresa es Arsol SAS.
Ahora, sin mercado ni programa de gobierno cierto, “no sabemos en qué nos tenemos que capacitar o hacia dónde vamos. No hay problema en reconvertirse, es más, la mayoría de nosotros venimos de otro lado, no es que arrancamos con las energías renovables. De hecho, yo soy abogado”, dijo y lamentó nuevamente la situación de “esa gente que cerró porque no se pudo reconvertir, porque no sabe qué hacer o que está esperando a que salga alguna nueva política y volver, porque el panorama, así como está, no da para subsistir porque los vencimientos siguen llegando, y hay que seguir pagando impuestos, alquiler, servicios y demás gastos”.
Finalmente, el referente de Cases recordó que la provincia de Santa Fe es pionera en la regulación y fomento de la generación distribuida. “Fue la primera del país en permitir que un vecino pueda generar e inyectar energía a las redes de las distribuidoras eléctricas. La energía distribuida ha llegado para quedarse. Antes, cuando llamaba un cliente, uno tenía que explicarle cómo funcionaba, en qué consistía, y ahora ya no se explica. Sólo se informa sobre el tipo de instalación, tiempo que se tarda, y eso está muy bueno. Y es consecuencia de 7 años de trabajo que todas las empresas del sector nos hemos capacitado y también las autoridades de turno”.