El empresario multimillonario Elon Musk pateó el tablero al presentar una oferta de u$s 43 mil millones para comprar Twitter. La propuesta abrió una pelea de alto impacto entre el hombre más rico del mundo y la conducción de la red social.
El empresario multimillonario Elon Musk pateó el tablero al presentar una oferta de u$s 43 mil millones para comprar Twitter. La propuesta abrió una pelea de alto impacto entre el hombre más rico del mundo y la conducción de la red social.
El máximo ejecutivo de Tesla sacudió al mundo financiero cuando anunció su intención de comprar Twitter para crear “un escenario inclusivo para la libertad de expresión”. El jueves reveló su propuesta una presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. Horas más tarde, en un evento TED en Vancouver, aclaró: “No estoy seguro si podré adquirirla”. Sin embargo, dijo que tiene un “plan B” en caso de que rechacen su oferta.
En los primeros días marzo Elon Musk compró el 9,2% de las acciones de Twitter, según anunció la plataforma en un comunicado enviado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. La compra, realizada a través del fideicomiso “Elon Musk Revocable Trust” y equivalente a un total de u$s 2.888 millones.
La junta directiva de la red social anunció el viernes un plan para impedir que Musk pueda hacerse con el control de la compañía. “El Plan de Derechos reducirá la probabilidad de que cualquier entidad, persona o grupo obtenga el control r a través de la acumulación de mercado abierto sin pagar a todos los accionistas una prima de control adecuada o sin dar el tiempo suficiente a la junta directiva para tomar decisiones informadas”, sostuvo la empresa en un comunicado.
Esa cláusula, también conocida como “píldora envenenada” en la jerga financiera, se activará si un accionista sobrepasa el 15% de acciones de la empresa sin la autorización de la junta directiva.
El anuncio de Twitter muestra que la plataforma con base en San Francisco, Estados Unidos, planea defenderse contra la propuesta hostil del hombre más rico del mundo de comprarla y hacer de ella una empresa de capital cerrado. Una pelea que promete nuevos capítulos.