De modo que hoy, "la remoción de la barrera del atraso cambiario" producto de la devaluación "nos pone en un nuevo escenario, pero "eso no es garantía de una recuperación del comercio internacional", reiteró.
De hecho, "si medimos en base a datos del año pasado cuando teníamos un PBI en dólares mucho más alto _Argentina fue uno de los diez países con menor ratio comercio internacional / PBI del mundo según el Banco Mundial_ y lo comparáramos hoy luego del ajuste cambiario, esa ratio mejora, pero aun así no hoy no llegamos al promedio de la región que es más o menos exportaciones, igual al a 22% del Producto Bruto regional en Latinoamérica".
Frente a eso, el punto de partida es de "debilidad", ante lo cual "el país tiene que pasar a exportar más, a importar más porque también nuestras importaciones son menores en relación a la dimensión de la economía, y a participar mejor de los flujos de inversión internacional", dijo Elizondo.
Números flacos
Según detalló, "la Argentina recibió el año pasado unos 11 mil millones de dólares de inversión extranjera directa, según la Cepal, mucho más bajo que países como Brasil que recibe 7 veces por encima de esto o de México, Colombia o Chile", indicó.
Por el lado de las exportaciones argentinas, puntualizó que el año pasado llegaron a 58 mil millones de dólares en bienes y unos 15 mil millones en servicios. "Por el lado de la recepción de inversión internacional, la Argentina parte de un escenario de bastante debilidad y esto hay que corregirlo porque no estamos perdiendo una enorme cantidad de beneficios que tienen los países con inserción internacional", reiteró el especialista.
De hecho, recordó que los países que exportan más tienen como primer beneficio una mejora en la calidad de los bienes y servicios que producen porque la competencia internacional eleva estándares y, además, mejoran su tasa de inversión. Pero también, "los países que exportan más mejoran la calidad del empleo que crean, porque las empresas internacionales invierten en sus recursos humanos y formalizan", agregó.
Además, "los que más exportan mejoran su PBI porque computan más exportaciones netas", dijo y valoró eso en estos tiempos, ya que esto "reduce la volatilidad cambiaria en la medida que no dependen tanto, como ahora nosotros, de los dólares financieros, sino que cuentan con dólares comerciales o de inversión que permanecen en la economía".
Los pasos
Para corregir estas debilidades que hoy encuentran al país sujeto a un escenario de alta volatilidad, Elizondo consideró necesario y fundamental "crear condiciones para que tengamos más empresas internacionales".
"Muchas veces cuando planteamos hacer estas correcciones de país desvinculado nos concentramos exclusivamente en el sector público, en desarrollar políticas, en el entorno de la economía vinculado con las regulaciones, con la macroeconomía, con la mesoeconomía, pero una cosa que tiene que hacer la Argentina es corregir su dificultad para crear empresas internacionales", dijo y aportó algunos números. "El país tiene muy pocas empresas exportadoras, aproximadamente 7.000, cuando en Brasil hay casi 20 mil y en México unas 30 mil", detalló. Incluso países como Perú o Chile, tienen más que la Argentina, casi 8.000 empresas exportadoras.
Pero, además, dijo que las empresas que hay en la Argentina, en su enorme mayoría "exportan muy poquito, lograron poca escala, poca dimensión".
Nuevamente lo cuantificó. "De todas las empresas exportadoras que hay en la Argentina, sólo 55 exportan por más de 100 millones de dólares al año y sólo 300 exportan más de 10 millones de dólares anuales. De modo que, en el país, 30 empresas explican la mitad de todas las exportaciones".
Para el economista no sólo se trata de generar empresas internacionales exportadoras, sino también otras que inviertan en el exterior, las denominadas multinacionales. Como dato, señaló que de las "100 principales multilatinas (multinacionales de América latina), la Argentina tiene sólo 7, mientras que Brasil tiene 33, México 25 y Chile 15".
"Esta debilidad en el punto de partida requiere un conjunto de acciones dentro de las cuales está, en primer lugar, entender bien qué pasa en el mundo", dijo
y recordó como la guerra comercial desatada entre Estados Unidos y China, muestra un mundo con "más hostilidad y fricción entre los actores económicos". De hecho, recordó que esto puso incluso en tela de juicio la legalidad del comercio internacional y sus reglas. "Todo el mundo discute a la OMC, la disputa entre estos grandes países genera volatilidad en algunos precios internacionales, y esto nos pone ante una advertencia: ¡Ojo que el mundo no es tan sencillo como antes!", dijo.
Aunque también "nos obliga a ver que hay una buena porción de la economía internacional que sigue con mucha vocación de avanzar en el comercio", dijo y "mientras se desarrolla la guerra comercial entre Estados Unidos y China también hay nuevos acuerdos", dijo y mencionó la reformulación del tratado de libre comercio que el gobierno estadounidense selló con México y también negocia hacer lo propio con Canadá. También la administración de Donald Trump acordó con la Unión Europea para reducir a cero los aranceles y los costos no arancelarios. Por otra parte, "la UE firmó con Japón el tratado libre comercio más grande de la historia por el PBI que involucra o también 44 países africanos acordaron una zona de libre comercio entre ellos", puntualizó.
"Esto nos marca que es cierto que hay una guerra comercial, pero también hay una avenida paralela, escenario que países como la Argentina pueden aprovechar para avanzar en la generación espacios propicios para el comercio y la inversión", agregó.
Según consideró el especialista la Argentina tiene que aprovechar a un mundo que sigue demandando exportaciones mundiales, pero para eso "hay que ordenar la macroeconomía porque es muy difícil exportar más o atraer más inversiones internacionales con la imprevisibilidad que tenemos y las variables desordenadas en materia de inflación, tasas de interés y tipo de cambio".
Por eso, "hay que ordenar la macro para dar más estabilidad, más simplicidad, sobre todo en el ámbito regulatorio, tributario, de legislación laboral; generar menos aleatoriedad, depender menos de los golpes de suerte y, finalmente tener acceso a recursos", dijo Elizondo y llamó a "invertir mucho en recursos humanos porque la nueva economía exige que sean mucho más calificados".
También insistió en la necesidad de que esta apertura sea un camino de ida y vuelta. "Si queremos exportar también debemos importar, no hay una cosa sin la otra", dijo.
Por otra parte, insistió en la necesidad de mejorar el marco de relación internacional del país. "Argentina tiene muy pocos acuerdos con terceros mercados, de libre comercio, de preferencias arancelarias, de complementación económica", indicó y señaló que esto permitiría a las empresas ingresar a mercados externos con menos costos. "Tenemos acuerdos con economías que representan el 8% o 9% del comercio mundial, cuando Chile, Perú, Colombia, México lo tienen con las que representan el 60 y 80% del PBI mundial.
Otro de los aspectos a los que apuntó fue la generación de "atributos competitivos" en las empresas argentinas. "Hay que saber ingresar en las cadenas globales de valor, generando relaciones sistémicas, ya que el comercio internacional es un ida y vuelta, son vínculos regulares entre empresas que invierten juntas, comparten conocimiento, y además comercian", agregó.
Las cadenas globales de valore que explican el 80% de comercio mundial y son a las que ingresan el 50% de las exportaciones de los países emergentes y sólo el 30% de las exportaciones argentinas, según datos del especialista.
Finalmente, llamó a "enfocarse en la política de mercados" que tiene el país. "En el mundo hay una enorme cantidad de países que tienen una enorme propensión a importar que no son los más grandes y sí son muy complementarios con la Argentina, y no son atendidos", dijo.
Al respecto explicó que entre los 30 principales importadores del mundo figuran las grandes economías como Estados Unidos, China o la Unión Europea, pero, además, "hay un conjunto de 20 países donde podríamos poner el foco en términos estratégicos, muchos de ellos emergentes y muy importadores como Emiratos Arabes, Taiwán, Singapur, México, Corea del Sur, Turquía, a los cuales Argentina podría abastecer mejor", dijo.
"La buena noticia es que se barrió el atraso cambiario como barrera, pero hay mucho por hacer, quizás más por necesidad, que, por convicción, vamos a hacerlo", arengó.