La balanza comercial registró en 2011 un superávit de 10.347 millones de dólares, lo que implica una baja de 11 por ciento frente a 2010 según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En diciembre, el saldo favorable fue de 280 millones de dólares contra 118 millones de igual mes del año anterior.
De acuerdo a la información oficial, las importaciones en 2011 subieron 31 por ciento y alcanzaron a 73.922 millones de dólares, mientras que las exportaciones subieron 24 por ciento a 84.269 millones.
Durante el último trimestre del año pasado el gobierno activó una serie de medidas para frenar el crecimiento de las importaciones, atemperar el impacto de la crisis europea y para enfrentar el pago de la deuda pública en 2012, ya que ante la virtual imposibilidad de fondearse en el mercado de capitales requerirá de un superávit comercial de alrededor de diez mil millones de dólares. Por otra parte, alentó un fuerte proceso de sustitución de importaciones que produjeron un cambio en el comportamiento del comercio exterior.
Estas medidas fueron consecuencia de la fuerte desaceleración que se produjo en el alza de las exportaciones que pasaron de un incremento interanual de 28 por ciento en octubre a 17 por ciento en noviembre y 14 por ciento en diciembre.
En consecuencia, para evitar la salida de divisas y un deterioro en las balanza comercial, el gobierno dispuso de una serie de medidas como la aplicación de Licencias No automáticas (LNA), lo que provocó que el crecimiento de las importaciones en noviembre se desplomara al 12 por ciento frente al 27 por ciento que se había generado en octubre. En diciembre el incremento fue menor aún: 11 por ciento.
Esta política continuó en el inicio de 2012 con la implementación de la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI) que el gobierno reglamentó ayer y entrará en vigencia con el sistema de ventanilla única a partir del 1º de febrero (ver aparte).
Según el Indec, en 2011 la exportación de productos primarios aumentó 34 por ciento, mientras que las manufacturas de origen agropecuario subieron 25 por ciento y las de origen industrial 25 por ciento. Todos los rubros mostraron un comportamiento positivo con respecto al 2010, excepto el de combustibles y energía, que con 6.466 millones de dólares retrocedió 1 por ciento respecto al 2010 por una caída del 23 por ciento en las cantidades vendidas, a pesar que los precios subieron 29 por ciento. En contrapartida las importaciones de este sector aumentaron 110 por ciento.
En tanto, las compras de bienes de capital subieron 25 por ciento, la de bienes intermedios 23 por ciento y las de bienes de consumo 22 por ciento.
Respecto de los destinos, el Mercosur es el principal bloque comercial, hacia donde se embarcó el 25 por ciento de las exportaciones y desde donde se recibió el 31 por ciento de las importaciones.
Problemas con el vecino. Los números de la balanza comercial también trazaron un panorama más claro sobre el vínculo con Brasil. En medio de la polémica por las nuevas medidas impuestas por el gobierno nacional y tras las críticas de gobierno del vecino país por estas acciones, los datos del intercambio con el principal socio del Mercosur arrojan en 2011 un déficit de 4.242 millones de dólares, lo que implica un aumento de 20 por ciento frente al rojo que se había producido en 2010, según el Indec.
Las importaciones desde Brasil subieron 22 por ciento a 21.944 millones de dólares, mientras que las exportaciones aumentaron 23 por ciento a 17.702 millones.
El mayor incremento se dio en combustibles y lubricantes con un alza de 142 por ciento, pero el volumen es reducido ya que las operaciones alcanzaron a 320 millones de dólares. En cambio, diferente es el impacto en bienes intermedios, ya que se hicieron compras por 7.251 millones, con un alza de 25 por ciento.
Bienes de capital se adquirieron por 3.851 millones, con un incremento interanual de 15 por ciento.
También hubo una variación significativa en piezas y accesorios para bienes de capital, con compras por 5.104 millones y una variación de 23 por ciento.
Por el lado de las exportaciones argentinas a Brasil, se observó una suba de 46 por ciento en productos primarios, de 23 por ciento en manufacturas de origen agropecuario y de 19 por ciento en manufacturas de origen industrial.
Pese a esta situación favorable a Brasil, funcionarios del gobierno de Dilma Rousseff y agrupaciones industriales expresaron su descontento por las últimas medidas del gobierno argentino para habilitar el ingreso de importaciones.
En cambio, desde la Argentina la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), señalaron que el sector "no tiene problemas con la importación de insumos". Así lo expresó el presidente de la entidad, Alberto Rodríguez, quien consideró prioritario que Argentina siga teniendo una balanza comercial positiva.
Boudou bajó la tensión. Ayer el vicepresidente Amado Boudou, minimizó las quejas elevadas desde Brasil por las supuestas trabas al comercio bilateral, al señalar que resulta "lógico que aparezcan problemas cuando se está trabajando para incrementar el comercio".
Boudou recordó que "con Brasil hemos triplicado el comercio exterior" y "somos el socio más importante al otro lado de la frontera" para ese país. Por eso, "es lógico que aparezcan problemas", dijo.
Electrodomésticos
El titular de la Afip, Ricardo Echegaray, admitió ayer faltantes de electrodomésticos y línea blanca importados en el mercado, pero lo atribuyó al desinterés comercial de “empresarios e importadores” ante la “competencia nacional”. Dijo que “el importador dice que la demanda que tiene no es tan importante”.