Los parlamentarios del Mercosur, que conforman la comisión de Infraestructura de este órgano legislativo regional, se reunieron en Rosario para poner en agenda el desarrollo de la hidrovía Paraguay Paraná, un tema que —como otros— les permite darle contenido concreto al concepto más abstracto de integración regional que esta en la génesis del bloque y mayor operatividad a las funciones del Parlasur en pos del desarrollo de las naciones que lo integran.
"Si queremos integración en América del Sur es ineludible pensar en las hidrovías, tanto de la Cuenca del Plata, como del Orinoco y del Amazonas", dijo Ricardo Canese, parlamentario del Mercosur por Paraguay, quien junto a sus pares definieron en una suerte de reunión de comisión ampliada los límites y los desafíos que hay por delante en el marco de un nuevo escenario político —no sólo al interior del cuerpo parlamentario— sino también de los países que lo integran.
El espacio de debate, que fue presidido por el propio presidente del Parlamento del Mercosur, el ex canciller argentino Jorge Taiana, fue convocado por el legislador argentino del Parlasur, Agustín Rossi, quien explicó que en este nuevo contexto político regional, el gran desafío para los parlamentarios es "involucrarnos en cuestiones o temas que tengan que ver con las actividades estratégicas" y que sumen a todos los países del bloque. El ajuste de la hidrovía como obra de infraestructura supranacional es justamente uno de los caminos elegidos.
A partir de la gestión de Mauricio Macri, "todo es mucho más difícil con respecto al Parlasur", dijo Rossi y explicó que esto es así por un lado porque "hay una mirada de baja intensidad con respecto a la integración con el bloque, y por otro lado, porque desde el gobierno nacional se generó un discurso antipolítico sobre los parlamentarios del Mercosur". A tal punto es así que los representantes en la Argentina ante esa asamblea legislativa no tienen sueldos, no poseen oficinas fijas y sólo reciben viáticos para sus traslados y gastos en función de las reuniones mensuales que realizan en diferentes países del bloque, agregó Rossi.
Con ese telón de fondo, en el marco de un reacomodamiento político también al interior del propio Parlasur (un grupo de legisladores argentinos en ese bloque dejaron el Frente para la Victoria) y con la presencia de parlamentarios que en su país representan a la oposición (como el caso de Venezuela), el encuentro de Rosario fue fructífero. "Trabajamos para los ciudadanos mercosurianos", dijo Mirtha Palacios, la presidenta de la comisión de Infraestructura del bloque que fue la convocante a la reunión ampliada. Así, dejó planteada la voluntad de los países y de sus representantes—más allá de sus diferencias políticas— de avanzar en la consolidación del bloque regional, entre otras cosas tomando como bandera la puesta a punto de la red de comunicación más grande que tiene el Mercosur.
"Necesitamos dejar de lado las polarizaciones políticas de nuestros países y también dentro del Parlasur", dijo el parlamentario Rafael Veloz de Venezuela, opositor al gobierno de Maduro.
La agenda futura
El encuentro tuvo lugar en la sede de Universidad Nacional de Rosario y participó el funcionario nacional a cargo de la secretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Jorge Metz, así como el director provincial del programa santafesino de desarrollo de la hidrovía Paraguay Paraná, Juan Carlos Venesia.
Luego de un repaso de cuestiones técnicas y el potencial comercial y productivo de la hidrovía, el plenario de parlamentarios marcó la agenda política que buscarán desarrollar en el corto plazo para adecuar la vía navegable y convertirla en una herramienta de desarrollo e integración. En ese punto, acordaron propiciar la creación de un observatorio para llevar adelante el proceso de adecuación de la hidrovía, algo que se tratará en la reunión mensual de julio.
También los países mediterráneos como Bolivia y Paraguay, plantearon con urgencia la necesidad de contar con un trato diferencial en función de las asimetrías de estos países por no tener salida al mar. Así lo plantearon Ricardo Canese y Eliana Berton, parlamentarios por Paraguay y Bolivia respectivamente.
Reclamaron además un observatorio de la navegación para analizar las tomas de agua de Brasil que perjudican la salida de las embarcaciones de Bolivia y para estudiar las obstrucciones del dique en Tuyuyú por donde ingresa agua a la laguna Cáceres, afectando el entorno ambiental y social.
El planteo de Uruguay, en boca de su representante Ernesto Agazzi, pasó por un tratamiento integral de la traza que impida que sea ese país el que se lleve la peor parte a la hora del dragado, ya que recibe la mayor cantidad de sedimentos de la traza fluvial. "Estamos al final de la traza, podemos ofrecer puertos de buena profundidad y una mejora en la salida, pero esto es un problema que tiene que atender todo el sistema", dijo Agazzi.
En tanto, el parlamentario argentino Hernán Cornejo también pidió incorporar en el desarrollo de la traza la adecuación de la navegabilidad en el río Bermejo que permitiría "sacar la producción a precios más reducidos" por la hidrovía y promover el desarrollo en la zona del norte de Chaco en Argentina e incorporar más de un millón de hectáreas a la producción agrícola.
"El gran acierto del Mercosur, fue reconocer sus asimetrías", dijo Taiana y la única forma de avanzar en una solución compleja es no tomar las cosas aisladamente. El espacio de los parlamantarios de Mercosur es ese, el lugar de los consensos", concluyó.