“El mapa del empleo viró tan rápidamente como la expansión del virus: de un momento a otro se pasó de una discusión paritaria a la elaboración de estrategias de contención para sostener las fuentes de trabajo”, mientras “el sector empresario ingresó por la ventana de la emergencia, en este estado de excepción, prácticas que hacen decir a la ley lo que la ley no dice, mostrando que están muy lejos de cultivar empatía o la ética de la solidaridad que se expidió desde el Poder Ejecutivo para esta situación de emergencia”, denunció.
Así, muchas patronales “se desprendieron de trabajadores o les bajaron el sueldo en una situación de extrema emergencia sanitaria y social, mostrando una foto de una clara contradicción entre lo que es la ley de contrato de trabajo y las de emergencia dictadas a partir del Covid-19 que prohíben despidos y suspensiones. Y por otro lado tenemos las prácticas puestas en escena también por el Ejecutivo nacional, que decidió homologar acuerdos a la baja no solamente en este ámbito sino en los ministerios de Trabajo de las provincias”.
Caggiano detalló la tragedia del empleo en números: según la OIT, 195 millones de empleos de tiempo completo podrían perderse en el segundo cuatrimestre del año, lo que representa 7% del total de las horas totales de trabajo del planeta. Según la ONU, 2.700.000 trabajadores (que representan el 81% de la fuerza global) se encuentran afectados en este momento por medidas de confinamiento de forma total o parcial. En Argentina ya se llevan perdidos más de 300.000 puestos de trabajo desde el inicio de la cuarentena y los cierres de empresas suman de a miles.
La profesional remarcó que es preciso mirar, en el supuesto de una construcción de consensos, “sobre qué hombros se cargará el costo de la crisis”.
Sin manuales
La expresión “el después es ahora”, tiene que ver con que “estamos atravesando un tiempo sin manuales, donde salvo lo que se pueda decir de la general y de la crisis, todo lo demás está por discutirse, y es un debate que ya empezó, y tiene que ver con el futuro de todos nosotros”, consideró Tomada.
Para el ex ministro de trabajo de la Nación, se trata de “un debate que es fundamental darlo hoy, y poner los temas arriba de la mesa, para cuando llegue el momento empezar a tomar decisiones. Un ejemplo muy claro es el impuesto a los ricos, que está arriba de la mesa y hoy nadie puede evitar discutirlo. Porque si algo ha pasado con esta pandemia es que la política se ha mostrado claramente en contra del posibilismo al que estamos acostumbrados: el posibilismo fiscal y monetarista”, disparó.
Al igual que Caggiano, Tomada coincidió en que es necesario abordar el planteo de “quién va a pagar esta crisis. Y es una pregunta que no podemos rehusar ni esperar en hacerla. No digo resolverla y contestarla. Será la política, será la relación de fuerza, será el contexto internacional, todo eso va a jugar en ello”.
Otros interrogantes que expuso el ex funcionario son cómo se sostendrán los ingresos de los sectores populares y de dónde saldrán los recursos para activar la producción, teniendo en cuenta la crisis de los últimos años y la deuda. “O sea que venimos empeñados del pasado y del futuro. Y encima, la pandemia”, señaló.
“Lo que está claro es que esta tercera crisis (a partir del Covid-19) es extra laboral, por lo que ya no se puede culpabilizar a las organizaciones sindicales, a las instituciones laborales y a las regulaciones del derecho del trabajo, o a los trabajadores mismos, como vimos durante cuatro años. En los sectores vulnerables, los trabajadores, los humildes, están las principales víctimas, con lo cual es difícil pedirle a estos sectores nuevos sacrificios y nuevos esfuerzos”, remarcó.
Tomada afirmó que la crisis actual genera un agravamiento de la desigualdad, y por lo tanto “tiene que estar arriba de toda discusión y en cualquier mesa, al igual que la seguridad social en la Argentina no cubre a todos de la misma manera frente a las contingencias”.
Sobre “cómo sostenemos los ingresos populares y cómo arrancamos con la economía, podrá ser de distintas maneras: por reasignaciones presupuestarias, por impuestos extraordinarios o por reformas tributarias. Personalmente me inclino por las tres al mismo tiempo. Creo que hay prioridades que hoy no son tal. Tiene que haber un impuesto extraordinario a la riqueza”, aseveró el ex ministro.
Para Tomada, una de las enseñanzas que deja la crisis “es la revalorización del trabajo y de los trabajadores como colectivo, dijo, y citó al sociólogo y economista Pablo Chena: “Estamos frente a una huelga general involuntaria y me parece una extraordinaria definición, porque ahí aparece la centralidad del trabajo”.
“El que crea que el mundo del trabajo va a seguir siendo igual después de esta irrupción y que esta presencia sostenida en el tiempo, en las ideas, en la pluralidad, no va a dejar una marca indeleble, me parece que está mirando otro canal”, ironizó el abogado.
Participación
Finalmente, Tomada advirtió que “van a venir tiempos duros (ya lo son) y que por tanto es fundamental la participación, el compromiso de los trabajadores como colectivo, en todos los temas y niveles, incluso en los máximos, como los beneficios en las utilidades, en la gestión o en la propiedad. Tenemos que empezar a dar el debate e instalar la idea”.
"En algunas actividades los trabajadores no la están pasando bien ahora. Hay algunos sectores donde los empleadores han aprovechado la pandemia para tomarse atribuciones, por lo pronto, ilegales"
Otra forma de participación que mencionó Tomada es “el debate y la difusión sobre la organización trabajo, una discusión fundamental en la negociación colectiva qué hace mucho que no se practica, tal vez tomados por el tema del salario o por la necesidad de beneficios más inmediatos vinculados con licencias. Por la difusión sobre la diagramación de los turnos, sobre la producción de nuevas tecnologías, forman parte central de los convenios colectivos y hay que dar esa discusión, hay que darla en los ámbitos paritarios como una forma de participación”, recordó.
En conclusión, “la idea es no retroceder, no dar ningún paso atrás con motivo de la crisis. Va a ser difícil, hay que tener en cuenta que cuando yo digo que el después es ahora, es también porque reconozco que en algunas actividades los trabajadores no la están pasando bien ahora. Hay algunos sectores donde los empleadores han aprovechado la pandemia para tomarse atribuciones, por lo pronto, ilegales”, denunció.
Tecnología
El ex ministro de Trabajo de Santa Fe, Carlos Rodríguez, advirtió sobre los necesarios debates acerca de las nuevas tecnologías y relaciones laborales. En ese sentido, mencionó las apps como Uber y los deliverys, y formas de freelance y otras con ocupación parcial de la mano de obra.
“Todas estas son formas que están creciendo y creo que nunca hubo tantos monotributistas como ahora. Muchos esconden relaciones de dependencia, pero al menos entran dentro de una cobertura de la seguridad social”, observó.
Lo cierto es que “no hay unidad de criterio en esto: hay quienes sostienen que va a haber un desempleo tecnológico y hay quienes sostienen que no. Pero lo que tenemos que saber es que es indispensable actualizar la educación: para este futuro en el cual ya estamos, no cabe dejar de tener una ciudadanía digital, empatía, liderazgo, creatividad. Porque estas son las cosas que se van a buscar”, dijo, y reafirmó que “este es un debate nacional que debe instalarse lo antes posible”.
Para Rodríguez, el panorama laboral que se viene “va a exigir también sindicatos distintos. Con una masa de trabajadores tan grande en relaciones laborales ocultas, el sindicato debe meterse y hacer algo”. Además, “el gremio tiene que aprender hoy en día qué está pasando con las nuevas tecnologías, porque si no se va a quedar ociosamente atrás, como tiene que aprender la educación”, remató el ex ministro provincial.