Cada vez más las pymes se financian en el mercado de capitales. Está vez Agrocomercial Suardi SRL, una empresa de origen familiar nacida en 1985 en la localidad santafesina de Suardi, emitió una ON por $30.000.000.
La casa central se encuentra ubicada en la localidad de Suardi y cuenta con cinco sucursales.
Cada vez más las pymes se financian en el mercado de capitales. Está vez Agrocomercial Suardi SRL, una empresa de origen familiar nacida en 1985 en la localidad santafesina de Suardi, emitió una ON por $30.000.000.
La ON Pyme CNV Garantizada de Agrocomercial Suardi serie I estuvo avalada por Garantías Bind SGR y Tarallo SA actuó como estructuradores y colocadores de esta ON con vencimiento a 24 meses que estarán nominadas en pesos argentinos. La suscripción, integración y pago de servicios de la misma será en pesos.
El producido neto de la colocación de las ON Agrocomercial Suardi Serie I será utilizado en un 100% a capital de trabajo, principalmente a la compra de insumos, fertilizantes e insecticidas, conforme con lo previsto en el artículo 24 de la ley de obligaciones negociables Nº 23.576.
Agrocomercial Suardi es una empresa de origen familiar, nace en 1985, en la Localidad Suardi, provincia de Santa Fe e inicia sus actividades como una empresa polirubros. En el año 2000, la firma se especializa en Semillas, Agroquímicos y Fertilizantes. Comienza la relación con Dow AgroSciences SA.
En el 2010, con motivo de una gran expansión en el centro de la provincia de Santa Fe, nace la marca comercial PRODAS. En la actualidad, es una firma donde la casa central se encuentra ubicada en Suardi (Santa Fe) y cuenta con sucursales en Ceres (Santa Fe) Freyre (Córdoba), Las Rosas (Santa Fe), Esperanza (Santa Fe) y San Jorge (Santa fe), que mantiene el espíritu familiar en su formato de trabajo con el objetivo de constituir un importante eslabón de la cadena de valor de los agronegocios. La sociedad cuenta a la fecha con 29 (veintinueve) empleados que trabajan en las diferentes áreas de la empresa.
Por Claudio Berón
Por Hernán Lascano
Por Tomás Barrandeguy