En Santa Fe se perdieron 8.374 explotaciones agropecuarias en 16 años, un 29% de las existentes en 2002. En el mismo período la superficie promedio de los establecimientos se elevó desde las 401 hectáreas a 478, es decir un 19,2%. Los datos surgen del censo nacional agropecuario 2018, una fotografía todavía en proceso de un sector clave en materia económica, social y política. Una imagen que revela características de todo tipo. Por ejemplo, que las mujeres están a cargo del 17% de las unidades productivas santafesinas gestionadas por personas físicas, que el 11% de los responsables de establecimientos tienen menos de 39 años y que más del 90% de las explotaciones son trabajadas en forma directa.
El censo fue realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) entre el 15 de septiembre de 2018 y 31 de marzo de 2019. La información allí disponible, al compararse con relevamientos anteriores, como los de 2002 y 1988, permite analizar los cambios en la actividad, tanto a nivel local como nacional. El martes pasado, el organismo difundió nuevos resultados, relacionados con la composición de la superficie sembrada, las tecnologías aplicadas y las formas de comercialización, entre otros aspectos.
El primer dato que se impone en cada censo realizado durante los últimos treinta años es el de la concentración de la producción y la caída en la cantidad de explotaciones. Suman 156 mil las que salieron de sistema en todo el país entre 1988 y 2018. El fenómeno atravesó distintos gobiernos, escenarios internacionales y programas económicos. Con y sin retenciones, con más o menos regulaciones, la tendencia siguió firme.
En todo el país, la cantidad de establecimientos con límites definidos pasó de 378.357 en 1988 a 297.425 en 2002. El período que capta buena parte de la década del 90, con sus políticas desregulatorias, registró una baja de 80.932 unidades. Luego, entre la crisis de la convertibilidad y el 2018, lapso dentro del cual hubo una mayor intervención estatal, se contabilizaron 75.224 menos, hasta llegar a 222.201.
Javier Moreira, docente e investigador de la cátedra de Extensión y Sociología Rurales de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) subrayó durante una entrevista a la agencia Sobre La Tierra (SLT) que “en los últimos 30 años, hubo un sostenido aumento de la concentración de la producción agropecuaria”.
Y explicó que este fenómeno fue más pronunciado en las economías regionales porque en la zona pampeana “la tierra dedicada a la soja se mantiene en manos del productor, que arrienda los campos para producir”. Es distinto el caso, dijo, en las producciones vinculadas con la vitivinícola, la fruticultura, la caña de azúcar o la yerba. Como ejemplo puso los casos de Mendoza, donde en 30 años desaparecieron 41% de las explotaciones y de Tucumán, provincia en la que ese ajuste llegó al 75%. En el período, señaló, la producción a nivel nacional se fue centralizando en los commodities. La superficie sembrada con soja, maíz y trigo creció del 23% al 69% del total.
Segmentos
Santa Fe no fue ajena a este proceso. La provincia contaba con 28.034 establecimientos delimitados en 2002, mientras que en 2018 se contabilizaron 19.660. Cayeron en 16 años 8.374 productores, casi un 29%. Ya entre 1988 y 2002, se habían perdido 8.850 unidades. En 30 años, el ajuste fue de 17.224.
En 16 años, entre los dos últimos censos, la superficie promedio en Santa Fe pasó de 401 hectáreas a 478 hectáreas. En la Nación, pasó de 588 hectáreas a 696 hectáreas.
En Santa Fe, 9.476.631,5 hectáreas están en producción agropecuaria. El área con unidades delimitadas es algo menor y llega a 9.398.099,3 hectáreas.
El 35,8% de los establecimientos se ubica en la escala de menos de 100 hectáreas. Son unos 7.097 y trabajan el 3,68% de la superficie provincial, unas 349.475,1 hectáreas. Cuando el límite se lleva hasta 200 hectáreas, se cuentan 11.040 establecimientos, el 55,67% del total, que tienen el 9,82% de la superficie (931.546,3 hectáreas).
De acuerdo a las últimas cifras divulgadas por el Indec, el 78,51% de los establecimientos provinciales no tiene más de 500 hectáreas. Pero ocupan sólo el 25,07% del área (2,37 millones de hectáreas). En sentido inverso, menos del 25% de productores ocupa el 75%.
Propiedad y arrendamiento
l 56,57% de la superficie santafesina se explota bajo la forma de propiedad. Son 5,36 millones de hectáreas a cargo de propietarios o sucesiones indivisas. El arrendamiento y la aparcería constituyen el régimen de tenencia predominante en el 37% del área, unas 3,6 millones de hectáreas. A nivel nacional esa proporción sólo llega a 19%.
Mientras que en Argentina se siembran 33 millones de hectáreas, el 21% de la superficie agropecuaria, en Santa Fe el área implantada llega a casi 4 millones de hectáreas, más del 41% del total.
En cuanto a las prácticas culturales, 4.088 establecimientos santafesinos reportaron que realizan análisis de suelos, 2.196 aplican agricultura de precisión, 9.416 rotación de cultivos (47,2% total), 3.406 rotación agrícola ganadera, 9.246 monitoreo de plagas, 1.778 control biológico y 5.440 manejo integrado de plagas. Hay 641 que realizan otras alternativas comerciales a partir de la producción.
Por otra parte, en la provincia hay 51 cooperativas que trabajan 27.432,4 hectáreas. Hay además 10.155 explotaciones con algún tipo de asociativismo . El porcentaje es alto a nivel nacional y se ubica segunda, detrás de Buenos Aires.
El censo revela que en Santa Fe el 92% la gestión cotidiana de los campos está a cargo directamente del productor o un miembro de la sociedad. Casi el 80% de las explotaciones está en cabeza de personas humanas o sociedades de hecho. De ese universo, el 16,7%, son mujeres, una proporción menor que a nivel nacional (20%). El 11,3% tiene menos de 39 años, más de la mitad entre 40 y 64 años, y casi el 30%, más de 65 años.