El gobierno y la petrolera Shell acordaron ayer una “instancia de diálogo” que busca
poner fin a los conflictos de los últimos años, con lo que la compañía se compromete a normalizar
el abastecimiento de combustible a las estaciones de servicio de su red y mantener la rebaja de
precios a los valores del 31 de octubre de 2007, como había anunciado a mediados de enero.
El acuerdo fue el resultado de un encuentro entre el presidente de la
compañía, Juan José Aranguren, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el
subsecretario de Coordinación de Planificación, Roberto Baratta.
En ese marco, se avanzaría en el análisis de costos de la destilería de
Dock Sud y además la compañía volverá a ser autorizada a exportar combustibles y derivados.
Por otra parte, Shell estaría en condiciones de resolver los
inconvenientes de abastecimiento a las estaciones de servicio de su red, de acuerdo con lo
comunicado por el propio Aranguren a los operadores.
En ese sentido, el titular de la empresa señaló que el encuentro con
Moreno y Baratta fue “a los efectos de asegurarnos, en la medida de nuestras posibilidades y
en todo lo que esté a nuestro alcance, maximizar la capacidad de elaboración de nuestra Refinería
Buenos Aires para ofrecer su producción a nuestros clientes en el mercado interno y en la medida
que este no lo requiera, proceder a su venta al exterior”.
Con los funcionarios, añadió Aranguren, “se analizaron las
condiciones para el continuo crecimiento económico del país, la oferta de combustibles necesaria
para sostener el mismo, la problemática del sector y dentro del mismo, el caso particular de Shell,
con sus actuales limitaciones de producción”.
Precisó que “se ha abierto una instancia de diálogo que estimamos
será productiva para todas las partes y en la cual Shell aportará su conocimiento del sector y
ofrecerá todo su compromiso para que el mismo llegue a buen puerto”.
“Esta circunstancia alienta nuestra confianza en que la actual
saturación de la capacidad de almacenaje incompatible con un nivel óptimo de la producción de
nuestra refinería será resuelta a la brevedad”, indicó, de manera que la empresa podrá
“restablecer las condiciones de máxima carga compatible con la cantidad y calidad del
petróleo crudo disponible”.
Quejas de estacioneros. En los últimos días los estacioneros nucleados en la
Cámara de Expendedores de Combustible de la Argentina se quejaban por la situación de
desabastecimiento a la que estaban sometidos, especialmente de gasoil, por el conflicto entre la
petrolera y el gobierno. Ante esto, desde la cámara aseguraron que si el problema no tenía una
solución en el corto plazo “la situación podría empeorar”.
El campo en alerta. Por otra parte, las entidades del agro salieron a alertar
sobre la escasez de gasoil en plena tarea de recolección de la campaña gruesa. “Las
estaciones de servicio no reciben más cupos y esto podría agravarse con el advenimiento de la
cosecha de soja”, alertó Omar Barchetta, de Federación Agraria Argentina (FAA).
El dirigente se quejó porque “el problema mayor lo enfrenta el
pequeño productor, que depende de la estación de servicio o de la cooperativa”, dijo. En
cambio “los grandes productores o los pooles tienen cupo directo”, agregó. Hoy el
interior del país “se está pagando 1,9 peso el litro de gasoil y si se pretende comprar en
cantidad el valor sube hasta 2,2 pesos”, dijo Barchetta.