El gobierno nacional reglamentó la ley de aporte solidario y extraordinario para morigerar los efectos de la pandemia (27.605/2020) _conocida también como aporte de las grandes fortunas_ que establece un aporte por única vez de una tasa del 2% a los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado en el impuesto a los bienes personales más de 200 millones de pesos, aunque la tasa va subiendo según el patrimonio.
Los detalles de la norma, que se sancionó en el Congreso el 4 de diciembre último y se promulgó el 18 del mismo mes, se conocieron al publicarse la edición del Boletín Oficial correspondiente al viernes 29 de enero.
La reglamentación se concretó a través del decreto 42/2021, tiene 12 artículos y lleva la firma del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y del ministro de Economía, Martín Guzmán.
La ley establece una progresión de la alícuota según el patrimonio declarado: será del 2,25% para quienes se encuentren entre los $300 y los $400 millones, del 2,50% para aquellos que tengan entre $400 y $600 millones, y del 2,75%, para aquellos patrimonios entre $600 y $800 millones.
El aporte subirá hasta el 3% en el caso de las fortunas entre los $800 y $1.500 millones y se extenderá hasta el 3,25% para quienes tengan entre $1.500 y 3.000 millones. Por último, a quienes tengan bienes que superen este último valor se les cobrará un 3,5%. De esta manera, estarían obligados a pagar alrededor de 12.000 contribuyentes.
Además, la ley 27605 determina específicamente que el destino de los fondos recaudados serán distribuidos de la siguiente manera: en un 25% a exploración, desarrollo y producción de gas natural; otro 20% a adquirir equipamientos de salud para enfrentar la pandemia; un 20% a apoyar a empresas pymes; un 20% para financiar el relanzamiento de las becas Progresar creadas para apoyar a jóvenes estudiantes, mientras que el 15% restante se utilizará para la urbanización de barrios populares mediante cooperativas organizadas por los vecinos de cada barrio.
La ley fue pensada para que el fisco sume una contribución adicional de las personas físicas con mayor capacidad económica en un contexto de emergencia, como la pandemia global de Covid-19.
La iniciativa surgió de una serie de ideas y propuestas que se fueron ajustando y que sobre todo fueron impulsadas por el titular de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, Carlos Heller (FdT-Caba), y el jefe del bloque del FdT en Diputados, Máximo Kirchner, quienes se convirtieron en las caras públicas del proyecto.
Activos financieros
La reglamentación fija precisiones para calcular el rango de fortuna de aquellas personas que poseen acciones o participaciones en empresas, permitiéndoles, por ejemplo, descontar deudas o pasivos de las empresas a la fecha del 18 de diciembre de 2020.
Otro de los puntos de la reglamentación está referido a la excepción para las llamadas “actividades operativas” ligadas a lo productivo y no a la valorización de activos financieros: el decreto precisa que las actividades cuyos ingresos no provengan en un porcentaje superior al 50% de rentas pasivas no podrán definirse como “activos financieros”.
El decreto 42/2021 faculta por otro lado a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) para que se encargue de “instrumentar los regímenes de información a los fines de recabar datos” y evitar así las operaciones de evasión impositiva.
En ese sentido, al sancionarse y promulgarse la norma, algunos empresarios con grandes patrimonios que quedarán en la base imponible de esta aporte por única vez amenazaron con iniciar una rebelión fiscal contra una ley que a pesar de tener mucho consenso entre la población, fue atacada por sectores vinculados al poder económico.
Política “redistributiva”
Heller destacó el “simbolismo de política redistributiva” de la ley de aporte solidario y extraordinario de las grandes fortunas. “La ley tiene todo un simbolismo de política redistributiva porque redistribuir significa lograr que los que tienen más, pongan en un lugar destinado a los que tienen menos. Están los que tienen más, y los que necesitan más, y eso es lo que tiene que estar presente en las políticas que se diseñan”, sumó el legislador.
Por otra parte, la diputada Fernanda Vallejos (FDT) afirmó que “la mayoría del pueblo argentino celebra el aporte extraordinario, porque expresa el anhelo de construir un país más justo y solidario”. Dijo que “ese es el camino que debe recorrer la política argentina” y agregó que “para un país en el que, en cuatro años de macrismo y un 2020 de pandemia, la desigualdad ha avanzado de manera obscena, el aporte extraordinario de las grandes fortunas es, sin dudas, una bocanada de aire fresco”.
En tanto, el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y diputado nacional por el Frente de Todos (FdT), Hugo Yasky, destacó que “es un avance importantísimo porque establece un principio de solidaridad por el que el que más tiene, más aporta”.