El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, ratificó en audiencia pública su decisión de subir un 22,5 por ciento el precio del gas en boca de pozo, en dos tramos: abril y octubre. Dijo que se buscarán fijar topes de aumentos de entre 300 por ciento y 500 por ciento para el incremento final en el caso de facturas superiores a $250 mensuales.
Aranguren consideró que el sistema actual es "distorsionado, desigual, injusto y obsoleto", ya que se consume "un 60 por ciento más que en países vecinos a igualdad de temperatura y en invierno importamos un tercio".
Las palabras del funcionario llegaron luego de que el gobierno hizo trascender versiones de que se atenuarían y postergarían los ajustes del gasto público, el recorte de los subsidios y el aumento en las tarifas del gas, el transporte público y el agua potable.
El gobierno ratificó el aumento, que será del 10 por ciento en abril, en la audiencia que se extendió por espacio de casi nueve horas y que se desarrolló en el teatro de La Ribera del barrio porteño de La Boca y ocho subsedes regionales conectadas por videoconferencia (una de ellas fue Rosario). La propuesta fue rechazada de manera unánime por los defensores de pueblo, asociaciones de consumidores y representantes comunales.
Los cuestionamientos hicieron foco en el momento en que se discute el nuevo incremento de tarifas, tras la difusión de parte del Indec de una suba de 2,5 por ciento en la inflación de febrero, además de un mayor nivel de pobreza e indigencia, y la caída de los índices de actividad y de empleo.
Desde un punto de vista técnico, los cuestionamientos llegaron respecto a la dolarización de la tarifa, la aplicación de un tipo de cambio a 17,02 pesos por dólar, cuando en la actualidad la divisa estadounidense cotiza por debajo de los 16 pesos, la fijación de un precio de referencia superior a los que se manejan en otros mercados, y la decisión de eliminar por completo la política de subsidios en el mediano plazo.
En ese sentido se pronunciaron durante la audiencia el defensor del pueblo de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor; su par de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, y la de la Nación, Mariana Grosso; además de la Asociación de Defensa de los Consumidores, la Liga de Amas de Casa, Consumidores Libres, Defensa de Usuarios y Consumidores y Consumidores Argentinos, entre otros.
Aranguren fue el encargado de presentar la propuesta oficial durante una exposición de 20 minutos, en la que ratificó que el precio del gas natural en el punto de ingreso al sistema (Pist o boca de pozo), aumentará 10,2 por ciento en abril de u$s 3,42 por millón de BTU a u$s 3,77, y se incrementará nuevamente en octubre hasta u$s 4,19, lo que totalizará 22,5 por ciento de suba.
Los incrementos ya habían sido planteados en la audiencia pública realizada en septiembre cuando el gobierno —a instancias de la Corte— trazó un sendero tarifario que pretende alcanzar un valor de referencia de 6,80 dólares por millón de BTU a fines de 2019, con incrementos semestrales el 1º de abril y el 1º de octubre de cada año.
A pesar del incremento previsto, el ministro resaltó que el gobierno dispondrá topes de aumento para las facturas del servicio de gas superiores a $ 250, a fin de que el monto que los usuarios deban abonar no superen en un 300 por ciento o 500 por ciento la cifra abonada en igual período anterior, según la categoría de los consumidores.
Para ello, se determinará que la suba no supere un 300 por ciento el monto abonado en el mismo período del año anterior, en las categorías R1 a R2.3; 350 por ciento para el segmento R3.1 a R3.3; 400 por ciento para el escalón R34; y 500 por ciento para usuarios del sistema general P.