El secretario de Finanzas, Luis Caputo, presentará hoy en Nueva York la propuesta de negociación que realizará Argentina a los fondos buitre para resolver la situación de la deuda en default.
Caputo, que viajó el viernes pasado a Estados Unidos, mantendrá “reuniones informales” con el mediador, Daniel Pollack a principios de la semana.
La presentación argentina había sido originalmente pautada para la semana del 25 de enero, pero a solicitud de los bonistas en default fue retrasada siete días más.
El monto total aproximado bajo discusión entre las partes superaría los 10.000 millones de dólares.
A lo largo de estos días el gobierno buscará concretar un recorte en los punitorios que el juez Thomas Griesa plicó a la Argentina, uno de los puntos clave para poder llegar a un acuerdo.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso de Prat Gay, ya había criticado: “De la sentencia, 30 centavos son de capital riginal y 70 centavos son intereses, pero dependiendo del bono que tomemos, llegamos a nivel extremo de 5 centavos y los intereses 95”.
“Queremos que esto quede en el pasado, pero en términos justos, por supuesto”, puntualizó el funcionario.
En ese escenario, el presidente Mauricio Macri, había reconocido que las negociaciones entre las partes no estaban yendo “bien”, mientras había garantizado que la oferta que presentaría el país sería “balanceada”.
Los pronósticos apuntan a que la resolución del conflicto con los holdouts implicaría la llegada de inversiones al país.
Según las estimaciones del gobierno, la deuda asciende a 9.882 millones de dólares, sólo ante la Corte de Nueva York.
Para mejorar la oferta con relación a los canjes de deuda del 2005 y 2015, se debería derogar las leyes de pago soberno y cerrojo.
Durante la última reunión con Caputo, los holdouts dejaron trascender que no iban a aceptar en bonos la totalidad del reclamo, sino que pretendían recibir efectivo por el escenario volátil que presentan los mercados durante los últimos meses.
Otra opción es concretar un pago en efectivo mediante una operación en la cual debería intervenir el Banco Central y un grupo de entidades financieras sin aumentar el endeudamiento.
Es que la autoridad monetaria brindaría bonos como garantía a los que aporten fondos.
El gobierno nacional prometió que la propuesta será de caracter público, lo que motivó la queja de los holdouts que exigieron una negociación privada hasta tanto se llegue a un acuerdo.
La postura de los acreedores más duros, encabezados por Paul Singer, retrasó el cronograma de negociación.