El gobierno argentino logró ayer que los países importantes el mundo que integran el G-20 se pronuncien a favor de establecer un nuevo marco legal internacional para la emisión de deuda soberana que impida el embate de los fondos buitre.
El gobierno argentino logró ayer que los países importantes el mundo que integran el G-20 se pronuncien a favor de establecer un nuevo marco legal internacional para la emisión de deuda soberana que impida el embate de los fondos buitre.
Si bien en el pronunciamiento general del cuerpo multilateral sólo hubo una mención a las problemáticas que enfrentan las deudas soberanas en un mundo convulsionado que intenta el despegue definitivo tras el crac de 2008, se agregó un anexo con precisiones sobre los pasos a seguir.
Hoja de ruta. Los presidentes de las potencias industrializadas y emergentes aceptaron incorporar un anexo que reconoce la litigiosidad como un problema a tratar y da instrucciones a los ministros de Economía y presidentes de los Bancos Centrales del G-20 para que trabajen sobre ello y aporten una recomendación al respecto.
Reunido este fin de semana en la ciudad australiana de Brisbane, el G-20 reconoció en su declaración que hay que cerrar las lagunas para impedir que los fondos especulativos o buitres se aprovechen en los procesos de reestructuración de la deuda.
Los mandatarios de las principales economías del planeta pidieron que se "refuercen las cláusulas de acción colectiva y pari passu" en la suscripción de deuda, según el anexo del comunicado final.
Con esta modificación, los procesos de reestructuración de la deuda se podrán hacer de manera ordenada y previsible para que todas las naciones eviten que fondos especulativos compren sus bonos a precio basura y luego litiguen para cobrar el total más los intereses sin aceptar canje alguno.
"Estamos tremendamente conformes con este punto", dijo el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof,en declaraciones a la prensa al término de la reunión del G-20.
Historia. Según el ministro, se trata de la primera vez en la historia del G-20 que la cuestión de la reestructuración de deuda soberana se plantea en el comunicado general y en un anexo del mismo.
Con la alteración de la "cláusula pari passu" se acepta el principio de que todos los acreedores deben ser tratados de la misma manera en caso de reestructuración, "en base igual o proporcional".
La otra cláusula que los mandatarios piden introducir es forzar a los holdouts (inversores que rechazan la negociación) a que acaten la reestructuración que ha aceptado la mayoría.
Por instrucción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que no pudo participar en la reunión del G-20 por razones de salud, Kicillof habló ante los mandatarios sobre la incidencia de la deuda en el estancamiento de la economía mundial.
Brasil y Francia propusieron este tema en la reunión de ministros de Economía del G-20 en septiembre en Cairns (Australia), al considerar que el tipo de crisis que provocan los fondos buitres pueden tener implicaciones sistémicas.
Argentina está inmersa en una batalla legal con fondos especulativos en tribunales de Estados Unidos luego de que el juez federal de Nueva York Thomas Griesa obligara a pagar el 100 por ciento de una deuda de 1.330 millones de dólares a uno de ellos, que integra el 7 por ciento de los que rechazaron el canje de 2005 y 2010, tras ser aceptado por el 93 por ciento de los acreedores en default desde 2001.
El gobierno fue declarado en desacato por incumplir el fallo de la justicia estadounidense. Más de 100 demandas por fondos de deuda impagados buscan ahora sumarse al fallo emitido por el juez neoyorquino para recuperar la totalidad de su dinero.
Para el canciller Timerman, fue interesante ver cómo durante los debates sobre el tema "los líderes de diferentes países hablaban directamente de fondos buitre, no es que decían grupos financieros especulativos".
"Hay cosas que están cambiando incluso en el vocabulario del G-20", celebró el ministro de Relaciones Exteriores.
El texto. Sobre la cuestión, que es abordada en un anexo al final de la declaración, el G-20 escribe: "En vista de los desafíos que plantea la litigación y para fortalecer la disciplina y predictibilidad del proceso de reestructuración de deuda soberana, damos la bienvenida al trabajo internacional para reforzar la acción colectiva y las cláusulas pari passu (de igual trato). Pedimos su inclusión en los bonos soberanos y llamamos a la comunidad internacional y al sector privado a promover activamente su uso".
Acuerdan plan de acción para estimular crecimiento mundial
Los países desarrollados y emergentes reunidos en el G-20 se propusieron en la declaración final de la cumbre de Brisbane, Australia, crecer un 2,1 por ciento adicional respecto de las previsiones de los organismos internacionales.
En una cumbre ensombrecida por el conflicto en Ucrania, el primer ministro australiano, Tony Abbott, proclamó satisfecho que el mundo será un lugar mejor con ese crecimiento añadido, que supera a la meta inicial fijada.
"La recuperación global es lenta, desigual y no está creando los puestos de trabajo que se necesitan", constatan pese a todo los jefes de Estado y de gobierno, y subrayan que sigue habiendo riesgos, tanto financieros como por tensiones geopolíticas.
DEl Plan de Acción de Brisbane prevé un aumento del PBI de dos billones de dólares y la creación de "millones de puestos de trabajo", que el G-20 subrayó que deben ser de "empleo de calidad".
También se aprobó una mayor inversión en infraestructura, con la creación de un centro de promoción de las inversiones en Sydney, y una mayor regulación de los mercados financieros, inclusive la llamada "banca en la sombra", que elude hasta ahora los controles que se hacen a los bancos. "Pero aún queda mucho trabajo por hacer para crear un sistema financiero más fuerte y resistente", se concluye.
Merkel se felicitó de que los contribuyentes "nunca más" tengan que pagar el rescate de bancos de sus bolsillos, mientras el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se paseó orgulloso tras ser elogiado ampliamente por varios líderes por la recuperación económica de su país. Abbott le pidió, de hecho, que hablara de sus reformas para que sirvieran de ejemplo.
A petición del presidente estadounidense Barack Obama se incluyó en el texto la exigencia de que el crecimiento sea equilibrado e inclusivo, con el objetivo de reducir la pobreza.
Por otro lado, el intercambio automático de información fiscal entre los países no comenzará hasta 2017 o 2018. Las grandes empresas podrán seguir aprovechando hasta entonces las posibilidades del sistema para evadir impuestos, pese a la declaración de que "las ganancias deben pagar impuestos allí donde se realizan las actividades económicas que generan esas ganancias".
Acuerdan plan de acción para estimular crecimiento mundial
Los países desarrollados y emergentes reunidos en el G-20 se propusieron en la declaración final de la cumbre de Brisbane, Australia, crecer un 2,1% adicional respecto de las previsiones de los organismos internacionales.
En una cumbre ensombrecida por el conflicto en Ucrania, el primer ministro australiano, Tony Abbott, proclamó satisfecho que el mundo será un lugar mejor con ese crecimiento añadido, que supera a la meta inicial fijada.
“La recuperación global es lenta, desigual y no está creando los puestos de trabajo que se necesitan”, constatan pese a todo los jefes de Estado y de gobierno, y subrayan que sigue habiendo riesgos, tanto financieros como por tensiones geopolíticas.
DEl Plan de Acción de Brisbane prevé un aumento del PBI de dos billones de dólares y la creación de “millones de puestos de trabajo”, que el G-20 subrayó que deben ser de “empleo de calidad”.
También se aprobó una mayor inversión en infraestructura, con la creación de un centro de promoción de las inversiones en Sydney, y una mayor regulación de los mercados financieros, inclusive la llamada “banca en la sombra”, que elude hasta ahora los controles que se hacen a los bancos. “Pero aún queda mucho trabajo por hacer para crear un sistema financiero más fuerte y resistente”, se concluye.
Merkel se felicitó de que los contribuyentes “nunca más” tengan que pagar el rescate de bancos de sus bolsillos, mientras el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se paseó orgulloso tras ser elogiado ampliamente por varios líderes por la recuperación económica de su país. Abbott le pidió, de hecho, que hablara de sus reformas para que sirvieran de ejemplo.
A petición del presidente estadounidense Barack Obama se incluyó en el texto la exigencia de que el crecimiento sea equilibrado e inclusivo, con el objetivo de reducir la pobreza.
Por otro lado, el intercambio automático de información fiscal entre los países no comenzará hasta 2017 o 2018. Las grandes empresas podrán seguir aprovechando hasta entonces las posibilidades del sistema para evadir impuestos, pese a la declaración de que “las ganancias deben pagar impuestos allí donde se realizan las actividades económicas que generan esas ganancias”.
Turquía
La ciudad turca de Antalya, distante 480 kilómetros al sudeste de Estambul, será la próxima sede de la cumbre de presidentes del Grupo de los 20 (G-20), que se llevará a cabo a mediados de noviembre de 2015. Turquía asumió ayer la presidencia rotativa del foro económico que integran 20 países que explican el 85% del PBI global.
Por Eugenia Langone
Por Álvaro Torriglia
Por Paula Busnadiego