El gobierno alcanzó un entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de u$s 44.500 millones tomada por la administración de Mauricio Macri. El nuevo programa ordena seguir un sendero de reducción gradual del déficit fiscal y de contención monetaria, sin comprometer el gasto en infraestructura ni reformas estructurales. Sí prevé una reducción de los subsidios a la energía.
Luego de frenéticas negociaciones desarrolladas los últimos días, y al filo del vencimiento de intereses por u$s 717 millones, las partes alcanzaron el entendimiento durante la madrugada de ayer. El presidente Alberto Fernández lo anunció temprano por cadena nacional. Dijo que la deuda era “una soga al cuello” y defendió el acuerdo: “Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir”.
Tras el acuerdo, se realizó finalmente el primer pago de intereses del año con el organismo. Ese monto, junto con los efectuados en septiembre y diciembre pasados, van a volver a las reservas del Banco Central (BCRA). Aunque hace 16 meses que está negociando, la administración de Fernández ya pagó u$s 5 mil millones al organismo por la deuda heredada. Si todo transcurre como esperan los negociadores, serán reembolsados.
El programa establece para cada desembolso un período de repago de 10 años, con cuatro años y medio de gracia. En la práctica, esto significa que Argentina no pagará la deuda con el FMI hasta 2026, “logrando continuar en la senda de la recuperación”, según palabras del equipo económico.
Mientras el stand-by firmado por Macri concentraba los vencimientos entre 2022 y 2024, el nuevo acuerdo de facilidades extendidas llevará esos plazos al período entre 2026 y 2032.
Poco después del anuncio presidencial, el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, brindaron una conferencia de prensa para explicar los términos del entendimiento, que incluye el ingreso de fondos frescos para cancelar los actuales vencimientos, una reducción del financiamiento monetario y el compromiso de sumar reservas este año por u$s 5.000 millones. Y, fundamentalmente, un “sendero fiscal” de reducción de déficit primario a 2,5% del PBI en 2022; de 1,9% e 2023 y de 0,9% en 2024.
El programa, explicó el titular del Palacio de Hacienda, tendrá una extensión inicial de “dos años y medio”, plazo que se ampliará a diez cuando se terminen de acordar “los memorandos de las políticas económicas y financieras”. El destino final es un Acuerdo de Facilidades Extendidas, que deberá ser refrendado por el Congreso nacional. El cronograma de desembolso y los montos, sujeto a revisiones trimestrales, se definirá cuando se firme la Carta de Intención. El proceso “va a llevar algunas semanas”, aclaró.
Gasto por gasto
Casi a la par, el FMI emitió un comunicado en el que celebró que “el personal técnico y las autoridades argentinas acordaron el sendero de consolidación fiscal que formará un ancla de política clave del programa”. Aclararon que el acuerdo permitiría “aumentar el gasto en infraestructura y ciencia y tecnología y protegería programas sociales focalizados”. Pero subrayaron la “estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva”.
Una misión del organismo visitará la Argentina cada tres meses para evaluar el cumplimiento de las metas, tras lo cual se procederá al desembolso de los vencimientos.
Por su parte, Fernández dijo que, en comparación con acuerdos anteriores”, el que firmó es mejor. “No condiciona los derechos de nuestros jubilados, no nos obliga a una reforma laboral, promueve inversión en obra pública, no nos impone llegar a déficit cero, no impacta en servicios públicos, no relega el gasto social y respeta planes de inversión en ciencia y tecnológica”, argumentó.
Con este anuncio, el gobierno busca regularizar su frente financiero externo, luego de heredar una deuda externa que creció en u$s 100.000 millones durante el gobierno de Macri. En 2020, Guzmán había llegado a un acuerdo con acreedores privados para reestructurar deuda por casi u$s 70.000 millones. Quedaba pendiente el Fondo. Este año vencían unos u$s 19.000 millones, la mitad de las reservas del Banco Central, del crédito tomado por Macri. Sólo en el primer trimestre era necesario cancelar u$s 3.900 millones.
El acuerdo recibió el respaldo del oficialismo, los gobernadores y las principales entidades empresariales y gremiales.
También el compromiso de la oposición de discutirlo en el Congreso. En un comunicado, Juntos por el Cambio (JxC) consideró “positivo” el primer entendimiento que “evita, de ese modo, un costoso default”. Pero aclaró: “Aguardaremos la continuidad de las negociaciones que deriven en detalles de un acuerdo definitivo”.
Kicillof
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, aseguró ayer que el acuerdo alcanzado entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) “evitará una verdadera catástrofe en lo inmediato”. Y pidió a la dirigencia opositora “que colabore y se haga cargo del desastre que dejó”. También calificó a la deuda como “impagable” e “imperdonable”.