El ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, anunció ayer en Rosario que el gobierno trabaja en mesas sectoriales de coordinación para administrar las tensiones precios en el marco de la incipiente reactivación de la economía. Explicó que en lo inmediato se acordó una canasta de productos navideños y se trabaja con los frigoríficos para ofrecer cortes populares de carne a precios accesibles.
El ministro hizo declaraciones en la fábrica de electrodomésticos Liliana, de Granadero Baigorria, que fue la sede del tercer día de deliberaciones de la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina (UIA).
En ese marco, Kulfas volvió a destacar la recuperación acelerada que experimenta el sector industrial desde el tercer trimestre del año y que gradualmente se va expandiendo a otros sectores económicos, como la construcción. “En septiembre, 10 de las 16 ramas industriales experimentaron aumentos de producción respecto de 2019”, explicó el titular de la cartera educativa.
El presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Víctor Sarmiento, fue más allá en esa radiografía. Dijo que en la provincia el 63% de los sectores manufactureros experimenta esa reactivación interanual. Y agradeció enfáticamente la ayuda del Estado en todos los niveles, a través de instrumentos como el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), “gracias a los cuales la industria sobrevivió a la pandemia”.
Esta sintonía, evidente en las economías del interior en las que ya no se discute el repunte, no disfraza una nueva generación de inquietudes. Por ejemplo, cómo se reemplazará el ATP y otros programas que se mostraron eficaces para sostener a la economía en la pandemia. O los problemas de abastecimiento de insumos en actividades como la construcción y en rubros industriales como el siderometalúrgico. O la misma presión inflacionaria que desatan las pujas distributivas en las cadenas de valor que se reactivan.
En cuanto al ATP, dijo que se trató de “una herramienta creada en abril para enfrentar la crisis del coronavirus” y continuará hasta fin de año, aunque con los subsidios focalizados en los sectores que todavía no pudieron recuperar totalmente su actividad por cuestiones sanitarias. Para reemplazarlo, reiteró, se dispondrá, entre otras herramientas, la nueva versión del programa de Recuperación Productiva (Repro), que se utilizó para preservar los empleos en la crisis internacional de 2008. “Por otra parte, estos planes conviven con un paquete de medidas instrumentadas para apuntalar la reactivación, como créditos a tasas subsidiadas, el rediseño de los reintegros a la exportación de bienes industriales y los programas de garantías”, señaló.
Insumos
Respecto de los faltantes de insumos, Kulfas explicó que en parte tienen que ver con la velocidad de la recuperación de la demanda frente a una oferta que todavía sufre el impacto de algunas restricciones por la pandemia. Citó el caso de los insumos de la construcción, que tuvieron en octubre “sin esperarlo, el mejor mes de ventas en los últimos veinte años”. De todos modos, advirtió que “se trabaja con la ley de abastecimiento para atacar los casos en que hay especulación”.
En cuanto a la inflación, recordó que “este año cerrará casi veinte puntos por debajo que en 2019”. Pero admitió que “hay que seguir profundizando la desinflación” y comentó que en la reunión de gabinete económico realizada ayer por la mañana, se analizaron las mesas sectoriales de coordinación para administrar las tensiones de precios. Señaló, además, que hubo acuerdo para ofrecer una canasta de productos navideños a precios accesibles y que se trabaja con los frigoríficos un consenso para vender cortes de carne vacuna a precios populares, en un momento en que explota la exportación por la demanda china.
La inversión
El ámbito de celebración de la conferencia industrial fue la fábrica de electrodomésticos Liliana, que acaba de anunciar una inversión de $ 300 millones para producir nuevos productos. Desde allí hablaron Kulfas, el gobernador Omar Perotti (por videoconferencia), y el presidente de Fisfe, Víctor Sarmiento.
El titular de la central fabril santafesino no dudó en calificar a los cuatro años del gobierno anterior como de “desindustrialización”. Tampoco en valorar la asistencia estatal “de todos los niveles” para que la industria sobreviva a la pandemia.
Fue enfático al señalar, además, los indicadores de reactivación. Pero también pasó reclamos. El primero de ellos, un tratamiento a adecuado para la industria de los biocombustibles, que en Santa Fe ocupa a 9 mil personas y que, a pesar de ser un sector nacido y criado durante el gobierno de Néstor Kirchner, hoy pena con actualizaciones de precios a cuentagotas. También reclamó acción para evitar el desabastecimiento de insumos, fundamentalmente chapa. En esa línea, llamó a “mostrar generosidad” en todos los sectores de la cadena para no ahogar la recuperación.
El gobernador Omar Perotti también pidió una política de apoyo a la industria del biodiesel y agradeció a la Nación la ayuda económica que en gran volumen instrumentó en territorio provincial. También resaltó el papel del sector industrial. “Contar con una industria nacional nos ayudó a tener los insumos necesarios para enfrentar la pandemia”, señaló.
En forma virtual, participaron del encuentro el canciller Felipe Solá; Anabella Busso, investigadora del Conicet y Profesora Titular Política Internacional y Política Internacional Latinoamericana (UNR); Daniela Rozenbaum, coordinadora CEU-UIA y los economistas Emanuel Alvarez Agis y Martín Redrado. También participó María del Carmen Squeff, embajadora argentina ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).