La subdirectora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, afirmó que está trabajando “muy de cerca” con el gobierno argentino, con un “enfoque flexible y pragmático”, para alcanzar un nuevo programa que permita renegociar la deuda de u$s 44.000 millones que contrajo la administración de Mauricio Macri.
“Como saben, estamos trabajando muy de cerca con las autoridades argentinas para elaborar un programa que ayude a la gente de Argentina“, dijo la funcionaria, durante la conferencia de prensa en la que se presentó la actualización del informe de Perspectivas Económicas Mundiales.
Según Gopinath, “eso requerirá un programa que sea sólido y creíble y que aborde los desequilibrios que tiene el país”.
“Entonces tenemos que mejorar los desequilibrios para que podamos ayudar a que los argentinos se recuperen y puedan salir de las dificultades que están enfrentando”, ahondó la economista, cuando faltan apenas un par de días para el primer vencimiento del año, en concepto de intereses, por u$s 731 millones.
Quien se desempeñara hasta hace pocos meses como jefa de economistas del Fondo, agregó que el organismo está “trabajando muy de cerca” con las autoridades y se mostró comprensiva con una “situación social y económica desafiante”. Por eso dijo que se adopta un enfoque “flexible y pragmático”.
“Esperamos progresar aún más en los próximos días”, resumió Gopinath, quien informó que el Fondo relevó las proyecciones de crecimiento de la Argentina, que contemplan un alza de 3% del PBI para 2022 y de 2,5% para 2023.
El gobierno y el Fondo enfrentan un tramo crítico de la negociación en marcha para reprogramar el crédito tomado por Macri.
El organismo endureció su postura para imponer un programa de equilibrio fiscal acelerado, una suba de tasa de interés y una devaluación más agresiva. No aflojó en los reclamos argentinos de reducir las sobretasas y extender plazos de pago.
El presidente Alberto Fernández reclamó ayer al organismo que deje a la Argentina “crecer como quiere crecer”, lo que implica estirar los plazos del ajuste fiscal y monetario de modo que no corten la recuperación de la economía.
El gobierno del Frente de Todos ya pagó más de u$s 5 mil millones al organismo desde que asumió y enfrenta en el primer trimestre un cronograma de vencimientos pr u$s 6 mil millones con el FMI y otros organismos.
Si bien la administración Fernández se mostró siempre reacia a analizar la alternativa del no pago de esos compromisos asumidos por el anterior gobierno entre gallos y medianoche, se instaló cierta inquietud en los últimos días sobre si se efectuará el pago correspondiente al viernes próximo.
Un análisis elaborado por la consultora LP Consulting, describió que un hiptético default con el FMI impactaría directamente en el 11% de la deuda pública total. “Desde el punto de vista político, impediría a los otros organismos internacionales seguirle prestando a la Argentina fondos de desarrollo, que representan u$s 27 mil millones (7% de la deuda pública)”, señaló. Por otra parte, consideró que la deuda de corto plazo, que es con ahorristas locales en pesos, “no se vería muy afectada y representa otros 10% de la deuda pública”.
“El gran interrogante _analizó_ no es con el FMI. Es con el 72% de la deuda de mediano y largo plazo que está en el mercado cuando empiece a vencer. El humor de esta deuda es la que mide el riesgo-país, por eso es que está en el orden de los 2.000 puntos. Si llegara a pasar el hipotético caso de que la Argentina defaultea con el FMI pero cumple con los vencimientos del 72% de la deuda del mercado, hasta podría llegar a tener más financiamiento internacional que cumpliendo con el FMI”, especuló. Aunque el informe aclaró que transitar ese camino requiere “hacer un profundo ordenamiento del Estado en sus tres niveles”.