El Ministerio de Trabajo anunció ayer que el empleo registrado creció 2,2 por ciento durante el año 2017, con la incorporación de 268 mil trabajadores al mercado laboral formal. Sin embargo, sobre el universo de los nuevos puestos del sector privado —que suman 192.200 de ese total— la mitad corresponde al segmento de monotributistas y autónomos, que muestran la nueva caracterización del mapa laboral en la Argentina.
Según los datos de la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales de la cartera de Trabajo, a cargo de José Anchorena, difundidos ayer, el año pasado además se crearon 38.500 puestos en el sector público y 37.300 monotributistas sociales.
Con esta evolución, la cartera laboral contabilizó en diciembre 12,37 millones de trabajadores registrados, 26.800 más que en noviembre último.
El sector privado fue el que aportó la mayoría del empleo registrado el año pasado, pero sobre ese total, cuando se detallan las modalidades de contratación, se observa que 98.300 fueron monotributistas (un segmento que creció en forma interanual 6,6 por ciento), seguido luego por 81.600 nuevos asalariados y el resto correspondió a trabajadores de casas particulares y autónomos.
La fuerte incidencia de los monotributistas en la medición del empleo registrado por encima de los asalariados viene profundizándose desde 2016, y aunque el gobierno nacional los computa como nuevos puestos de trabajo, en rigor es una señal de pérdida en la calidad del empleo, ya que muchos de estos trabajadores antes formaban parte de los asalariados formales, con los beneficios que esto representa.
Comparando los datos de diciembre de 2017 con los del mismo mes de 2015, el aporte al crecimiento del empleo lo hace el cuentapropismo: mientras que los monotributistas aportaron un 36 por ciento a los nuevos puestos de trabajo, los trabajadores en relación de dependencia fueron solo un 10 por ciento.
Según los datos del ministerio que conduce Jorge Triaca, por cada diez trabajadores que se sumaron al sector privado hubo 15 en el ámbito público en los períodos 2012-2015, relación que bajó a 12 en 2016 y descendió a 2 entre enero y octubre de este año. "Sigue creciendo el empleo. Las políticas macro y micro están funcionando en cuanto al crecimiento de la actividad y el empleo pero hay que hacer más, no nos podemos quedar con esto, y es ahí donde entra en juego la importancia de ir haciendo modificaciones en lo laboral", dijo Anchorena al presentar el informe.
Reforma laboral
El funcionario introdujo así el debate sobre la resistida reforma laboral. Consideró que las propuestas "parecen apropiadas; es lo que se va a discutir en los próximos meses, pero aun si no fueran las preferidas, algo hay que hacer, y tiene que haber más propuestas".
"La respuesta no puede ser rechazar un reordenamiento laboral y no proponer nada; es necesario que se genere el debate sobre cuáles son las políticas. El empleo registrado está creciendo pero todavía hay una parte importante de trabajadores no registrados y part time que quieren trabajar más horas", enfatizó.
Confió en que al ritmo actual los "asalariados registrados se dupliquen y sumen 130 mil más en 2018 si se mantiene el ritmo de 11 mil mensual", y agregó: "Tenemos que poner énfasis como sociedad para que este número sea más cercano a 15 mil, 20 mil mensual, para incluir a las personas que están afuera del mercado laboral".
Por otra parte, según las estadísticas oficiales, el salario real promedio aumentó 3 por ciento. Al respecto, el funcionario dijo que "apuntamos a un doble objetivo en 2018: que el salario real se mantenga pero también a quitarle inflación a la economía".
Por actividad
Por rama de actividad, los sectores que impulsaron el crecimiento fueron la construcción, con un incremento de 10,3 por ciento en diciembre respecto de igual mes de 2016 (42.600 trabajadores); actividades inmobiliarias (17.200 trabajadores, 2,1 por ciento); servicios comunitarios, sociales y personales (8.200 trabajadores, 2,1 por ciento), y comercios (12.300 trabajadores, 1,1 por ciento).
La destrucción de empleo se reflejó en la industria manufacturera (-17.600 trabajadores, -1,5 por ciento), y explotación de minas y canteras (2.400 puestos menos, -2,9 por ciento).
La encuesta de indicadores laborales (EIL) de enero reflejó una tasa de entrada de 2,4 por ciento y de salida de 2,3 por ciento; mientras que 11,2 por ciento de las empresas indicó que tiene expectativas de aumentar la dotación en los próximos tres meses y 5,7 por ciento piensa disminuirla, lo que arroja una expectativa neta de 5,4 por ciento.
Anchorena consideró que "las expectativas son altas pero esperamos que sean mayores en los próximos meses".