El costo de vida de los consumidores porteños registró un alza del 1,6 por ciento mensual en enero y acumuló así un incremento del 25,8 por ciento en los últimos doce meses.
El costo de vida de los consumidores porteños registró un alza del 1,6 por ciento mensual en enero y acumuló así un incremento del 25,8 por ciento en los últimos doce meses.
Así lo señaló este miércoles el Indice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) difundido por la Dirección General de Estadísticas y Censos del Ministerio de Hacienda porteño.
El acumulado de inflación de los últimos doce meses se ubicó 0,3 puntos porcentuales por debajo de diciembre, un mes en el que se observó un recalentamiento de precios impulsado por las tarifas y los combustibles.
El indicador de enero fue impulsado por la estacionalidad de las vacaciones de verano, dado que el ítem que más suba de precios registró fue el de restaurantes y hoteles con un ajuste del 3,5 por ciento.
Le siguieron bienes y servicios varios, con un incremento del 3,4 por ciento; vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, con un alza del 2,3 por ciento; y recreación y cultura (también por las vacaciones) con un 2,2 por ciento.
La Dirección de Estadística porteña señaló que la variación del IPCBA durante de enero respondió principalmente a las subas observadas en las divisiones: vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, restaurantes y hoteles, alimentos y bebidas no alcohólicas y recreación y cultura, que en conjunto aportaron 1,24 puntos porcentuales al alza general.
Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron 1,8 por ciento promedio, contribuyendo con 0,29 puntos a la variación mensual del nivel general.
Se observaron alzas generalizadas al interior de la división, destacándose por su incidencia los aumentos en los siguientes grupos: verduras, tubérculos y legumbres (5,6 por ciento), pan y cereales (1,4 por ciento), frutas (3,8 por ciento) y carnes y derivados (0,9 por ciento). En términos interanuales, vivienda, agua, electricidad y otros combustibles y alimentos y bebidas no alcohólicas fueron las principales responsables de la variación de los precios minoristas.