El Banco Central subió ayer 300 puntos la tasa de interés de referencia, hasta 30,25 por ciento, y vendió 1.382 millones de dólares, en un intento para calmar la demanda de divisas por parte de los grandes inversores financieros. El organismo activó esa artillería cuando la moneda estadounidense tocó los 21,20 pesos en la city porteña. Si bien logró llevar ese precio a 20,88 pesos, no pudo evitar que cerrara cuatro centavos por encima del día anterior.
La entidad que conduce Federico Sturzenegger vendió 4.343 millones de dólares en la semana para enfrentar la corrida más dura de su gestión. En el año ya entregó 6.766 millones de dólares a precios de subsidio para atender la demanda de fondos de inversión que habían entrado para hacer negocios con las Lebac y ahora dolarizan carteras para fugar.
Las reservas finalizaron ayer en u$s 56.617 millones, u$s 1.784 millones respecto al día hábil anterior.
La decisión de subir la tasa de Política Monetaria fuera de calendario (el BCRA fija esta tasa cada 15 días), puso de manifiesto la gravedad de la situación.
En línea con esa suba, la tasa de rendimiento de Lebac para el plazo más corto de 19 días llegó al 31,5 por ciento en el mercado secundario. Los préstamos interbancarios, el call money, se negociaron al 32 por ciento.
Mayo expectante
Fuentes del mercado dijeron que "con la intervención combinada del Central de ayer se produjo una absorción de 70.000 millones de pesos del mercado". Por eso, opinaron que mayo "arrancará con una muy fuerte restricción de liquidez" que podría desalentar la demanda de dólares.
La gran pregunta es si los grandes inversores extranjeros quieren pesos aún a estas tasas de retorno. En el marco de una política económica que favorece la fuga de divisas, la suba de los rendimientos de los bonos norteamericanos activó una aspiradora de fondos de mercados emergentes. Según un informe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), 5,6 billones de dólares fugaron desde esos destinos a la deuda norteamericana, entre el 16 y el 23 de abril.
Bicicleta rota
Esta tendencia, más las disputas del gobierno en diciembre pasado, pusieron a prueba el llamado carry trade, más conocido como la bicicleta financiera. Argentina recibió dólares financieros en estos dos años, atraídos por las altas tasas de interés que pagaba el Central por su deuda en letras (Lebac). Capturada esa rentabilidad extraordinaria, los inversores volvían a convertir sus activos en moneda dura. Lo que comenzó a ocurrir en los últimos meses es que estos traders comenzaron a dejar de pedalear y optaron por fugar sus divisas a destinos más rentables y seguros.
La demanda de pesos está en baja. El stock de Lebac suma 1,27 billón de pesos, el 121 por ciento de la base monetaria. El 16 de mayo, vencen 678.000 millones de pesos de ese instrumento. Una prueba de fuego para el BCRA.
El volumen operado en el segmento de contado fue de 1.870,6 millones de dólares, el triple de lo habitual.
La corrida del dólar y la suba de la tasa de interés no es inocua. La financiación en pesos para las empresas locales se hará cada vez más restrictiva y el costo del fondeo será más caro. También la financiación para los Proyectos Público-Privado (PPP) en dólares se encarecerá. Se prevé que la tasa de interés real en los próximos tres meses oscilará entre el 9 por ciento y el 12 por ciento y, de aquí a fin de año, no bajará del 7 por ciento.
En lo que hace a la inflación, los expertos consultados dijeron que "no se logrará bajar del 20 por ciento y habrá que ver cómo hará el Central para desarmar este esquema de fuerte restricción de liquidez de aquí a fin de año sin poner en riesgo el objetivo de desinflación".
Sturzenegger busca reparar la bicicleta financiera
El economista Marcelo Ramal advirtió que la aspiradora de fondos en favor de los bonos del Tesoro de EEUU, que en febrero pasado "succionó" a la Bolsa de Nueva York, "ahora va por los fondos depositados en los países emergentes" Esto complica a la Argentina, que queda expuesta por la vulneralidad del modelo económico.
Ramal recordó que la devaluación del 20% en diciembre "apuntó a contener los reclamos de la burguesía industrial" pero terminó "por desnudar al castillo de naipes macrista". Golpeó al carry trade, la bicicleta que permitía traer fondos en dólares, cambiarlos a pesos, colocarlos a elevadas tasas de interés y luego recomprarlos a un valor más o menos estable.
Una deuda pública que supera los dos tercios del PBI, una balanza comercial deficitaria en u$s 10.000 millones de dólares y necesidades de financiamiento exterior por 30.000 millones de dólares anuales, incentivan a los fondos a"preparar las maletas".
"El agotamiento del esquema económico disparó la presente fuga de capitales, que ya se llevó 4.500 millones en 2018", recordó. Y opinó que "la venta frenética de dólares por parte del BCRA es un intento desesperado por reconstruir el carry trade"..
El Banco Central enfrenta la corrida "con divisas prestadas", lo cual limita su eficiencia.
El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) subrayó la idea de que "las condiciones estructurales para una corrección cambiaria o una liquidación de reservas están dadas hace cuanto menos unos meses". Y advirtió que "incluso vendiendo el 100% de las reservas prestadas, no alcanzan para pagar ni el 50% de la deuda contraída en estos dos últimos años".