El Banco Central de la República Argentina (BCRA) comenzó a desarmar gradualmente la bomba de las Leliq. Al mismo tiempo que bajó cinco puntos, al 63 por ciento anual, el piso de tasa de interés que paga por ese instrumento de deuda, limitó a los bancos la posibilidad de utilizar esos papeles como encajes. Sólo podrán integrarlo como contrapartida de depósitos a largo plazo. Conscientes de que este desarme volcará pesos al mercado, los directivos de la autoridad monetaria ampliaron además la meta de emisión para este mes.
El Comité de Política Monetaria (Copom) del organismo se reunió ayer y fijó para noviembre el límite inferior de la tasa de interés de las Leliq en 63 por ciento. Esto implica una reducción de cinco puntos porcentuales con respecto del valor de octubre. Según lo señaló en un comunicado, la movida es "consistente con las proyecciones de desaceleración en la tasa de inflación". Las consultoras estiman una inflación de entre 4 y 5 por ciento para octubre y noviembre.
El Banco Central defendió la profundización de los controles cambiarios, reduciendo a 200 dólares mensuales el monto máximo que los individuos pueden comprar para atesoramiento sin autorización previa, en la necesidad de "preservar las reservas y permitir al nuevo gobierno contar con más grados de libertad para el diseño y la implementación de sus políticas económicas".
El organismo que conduce Guido Sandleris explicó que un control cambiario más estricto tiende a incrementar la demanda de activos en pesos. Sin embargo, "en el actual contexto de alta incertidumbre, se vuelve especialmente relevante garantizar un rendimiento positivo en términos reales para los ahorristas", dijo. Con ese fin, el Copom fijó para noviembre el límite inferior de la tasa de interés de las Leliq en 63 por ciento.
"Adicionalmente, con el objetivo de aumentar el atractivo de los depósitos a plazo con respecto a los depósitos a la vista, el Directorio del BCRA dispuso que a partir de noviembre la opción de integrar parte de los encajes con Leliq sólo esté disponible para los depósitos a plazo", precisó.
El BCRA admitió que el cambio eleva automáticamente la demanda de base monetaria en aproximadamente $ 154.000 millones, efecto que "debe contemplarse en la formulación de la meta de base monetaria de noviembre para no generar una contracción excesiva".
"De esta manera, y en línea con las proyecciones de demanda de dinero del BCRA, el Copom establece para noviembre un crecimiento de la meta de base monetaria del 2,5 por ciento con respecto a la meta de octubre, ajustada por el mencionado cambio en el esquema de encajes", prosiguió el comunicado.
El Central indicó que "a la fecha, la meta de base monetaria promedio de octubre se estima en $ 1,39 billón y se eleva a $ 1,5 billón con la corrección por el efecto del nuevo esquema de encajes".
De esta forma, la meta de base monetaria resultante para noviembre se estima en $ 1,58 billón, neta de las operaciones cambiarias del mes".
Según trascendió en las últimas horas, aparecieron nubarrones en la transición económica por los anuncios oficiales para desarmar las Leliq.
Desde el equipo que acompaña a Alberto Fernández, advirtieron que desmantelamiento de la bomba de tiempo que representan esas letras no podría hacerse sin red de contención.
Se especulaba en ese momento con una reducción de la tasa del 68 por ciento al 60 por ciento. El nuevo piso del 63· por ciento parece destinado a terciar en ese discusión.
El stock de Leliq alcanza a u$s 13 mil millones. El miedo es que un brusco desarme, combinado al primer pago de las Letes reperfiladas, vuelque al mercado un billón de pesos que podrían presionar sobre los dólares paralelos.