Los contribuyentes con deudas fiscales podrán acogerse al régimen de
regularización de deudas tributarias y de exención de multas, intereses y otras sanciones por
obligaciones vencidas al 31 de diciembre de 2007. Será por única vez y durante seis meses de
vigencia. La medida funcionará como una oportunidad para quienes perdieron el tren con la Afip. No
habrá condonación de capital adeudado, aunque un generoso plan de hasta 120 meses permitirá incluso
suspender los procesos judiciales en marcha — ad referéndum del cumplimiento del nuevo
convenio— de aquellos deudores alcanzados por la ley penal tributaria.
Con audacia, la nueva ley invita también al blanqueo de
capitales que se encuentren dentro y fuera del país, los que pagarían una escala de tributos de
entre el 1 y el 8%, según en qué actividad sean integrados. En medio de una grave crisis de crédito
y liquides a nivel global, la medida intentará captar una parte de los 150 mil millones de dólares
(estimados) fugados al exterior desde los años 90 hasta la actualidad.
La salida sistemática de capitales hacia plazas externas se
constituyó en una práctica crónica, pero con la nueva ley el gobierno nacional busca intervenir en
la crisis mundial posicionando a la Argentina como un nuevo refugio seguro para inversores.
La repatriación de capitales siempre funcionó como el sueño
de todo gobernante, pero nunca nadie hasta ahora lo logró. Ni siquiera hubo intentos consistentes.
Según pudo saber La Capital, en la Casa Rosada nadie aspira a que vuelvan todos los dólares
que alguna vez salieron del país. "Si juntamos 10 mil millones —de los 150 mil— ya
sería importante, son dos puntos de PBI", se ilusionó un fuente del núcleo K.
Oposición. El proyecto de ley que fue ingresado a Diputados el pasado 26 de
noviembre y que tiene altas probabilidades de convertirse en ley dentro de dos semanas, contiene 48
artículos desplegados en 40 folios. Sectores de la oposición —que anticiparon se opondrán al
proyecto— plantean el peligro potencial de repatriar capitales de origen ilegal,
específicamente proveniente de operaciones de lavado de dinero.
Pero en sentido, el artículo 40 del proyecto de ley dice:
"Ninguna de las disposiciones de éste título librará a las entidades financieras —o demás
personas— de las obligaciones vigentes con la legislación del lavado de dinero,
financiamiento de terrorismo u otros delitos previstos en leyes especiales no tributarias".
La nueva ley que propicia el blanqueo de capitales y una
moratoria previsional y tributaria tomará a partir de hoy máxima aceleración en el Congreso
nacional. En Diputados, con cabeza en las comisiones de Presupuesto y Hacienda que conduce el
santafesino Gustavo Marconatto y de Legislación del Trabajo presidida por Héctor Recalde, se
escucharán los argumentos de funcionarios clave del Ejecutivo Nacional.
Exposiciones. Carlos Tomada, ministro de Trabajo y Claudio Moroni, titular de la
Afip, por su parte, defenderán el proyecto y se someterán a las preguntas de los diputados en una
audiencia de ambas comisiones sesionando en conjunto.
El próximo jueves el oficialismo estima emitir dictamen favorable de
mayoría, y la próxima semana llevar la ley al recinto de Diputados. En el Frente para la Victoria
confían superar los 135 votos, sumando tropa propia y algunos aliados que ya dieron el sí. Hacia
mediados de diciembre se estima el tratamiento y aprobación en el Senado para convertirla en
ley.