El gobierno anunció ayer un preacuerdo con holdouts italianos que litigaron contra el país por una deuda de unos 900 millones de dólares entre capital e intereses, por la que terminará pagando 1.350 millones de dólares.
El gobierno anunció ayer un preacuerdo con holdouts italianos que litigaron contra el país por una deuda de unos 900 millones de dólares entre capital e intereses, por la que terminará pagando 1.350 millones de dólares.
El anuncio oficial fue formulado en Casa de Gobierno por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, quien dijo que a los bonistas se les reconoció el capital e "intereses prudentes".
El total a cancelar comprende un capital de 900 millones de dólares que llegan a los 1.350 millones de dólares con los intereses acumulados, de acuerdo con lo señalado por los representantes de los tenedores de los títulos, quienes destacaron que el pago se concretará "en efectivo".
La decisión provocó el enojo de los bonistas italianos que habían aceptado el canje de deuda propuesto por la Argentina en 2010 los cuales ayer expresaron su disconformidad contra el gobierno porque no pueden cobrar desde junio de 2014 y negaron que el acuerdo anunciado oficialmente los beneficie (ver aparte).
Se llegó "a un preacuerdo con 50 mil bonistas italianos, los primeros en litigar, reunidos en una asociación llamada Task Force Argentina" representada por "Nicola Stock", precisó Prat Gay.
Precisamente, Stock indicó en un comunicado que el "preacuerdo" fue firmado en Nueva York "este fin de semana" y que en consecuencia los bonistas nucleados en la American Task Force Argentina (Atfa) renunciaron a reclamos por unos 2.500 millones de dólares.
Por su parte, Prat Gay indicó que "son alrededor de 900 millones de dólares en bonos no pagos de Argentina, lo que representa el 15 por ciento de la deuda que quedó fuera de los acuerdos (de 2005 y 2010) y el 30 por ciento de la deuda que se discute en cortes de Estados Unidos". Se busca así "ir normalizando las relaciones financieras internacionales" del país con el exterior, justificó.
Trabas. Prat Gay admitió además que la negociación con los holdouts en Nueva York está trabada precisamente por la cuestión de los intereses, ya que, según observó, "algunos bonistas" quieren cobrar una tasa "inaceptable".
"La dificultad es que (en Estados Unidos) hay algunos bonistas que están queriendo cobrar una tasa de interés que bajo cualquier criterio es inaceptable. Por eso es que el ejemplo del acuerdo con los italianos es muy importante, porque los intereses allí fueron la tercera parte" del reclamo original, afirmó.
Sucesión de reuniones. Las declaraciones de Prat Gay coincidieron con el inicio de una segunda reunión en Nueva York del secretario de Finanzas, Luis Caputo, con el mediador judicial, Daniel Pollack, y representantes de los holdouts.
De acuerdo con el ministro, el presidente Mauricio Macri quiere llegar "a un acuerdo lo más rápido y justo posible", según el titular de Hacienda, para quien el tema de los denominados "fondos buitre" es una "herencia (del gobierno anterior) que más impide avanzar" a la economía nacional.
"Para un acuerdo hace falta la voluntad de las dos partes. Nosotros la hemos manifestado desde el primer día. La dificultad es que hay algunos bonistas que están queriendo cobrar una tasa de interés que bajo cualquier criterio es inaceptable", se quejó.
Prat Gay destacó, además, que "por primera vez hay un gobierno que no solamente está dispuesto a negociar, sino que argumenta en los términos que defienden los intereses de la República".
Se negocia, aseguró, con "racionalidad, firmeza y la convicción de llegar a un acuerdo que sea duradero, el mejor acuerdo posible para que Argentina vuelva a funcionar. Esto (la falta de acuerdo con los holdouts) es un dique, un obstáculo que recibimos y que nos impide avanzar en cosas fundamentales como el Plan Belgrano y programas de infraestructura".
"Necesitamos de la buena predisposición del otro lado, esperamos que del otra lado la tengamos", concluyó.
En breves declaraciones a la prensa, Pollack afirmó que "probablemente" habría nuevas discusiones con los querellantes que obtuvieron en 2012 una sentencia del juez Thomas Griesa para cobrar capital e intereses por deuda por un monto que asciende a 1.750 millones de dólares. A estos fondos se sumaron a partir de mediados de 2014 otros querellantes llamados "me too" (yo también), llevando el monto total a entre 9.000 y 10.000 millones de dólares.
En la primera reunión del lunes, "se discutieron ideas, informalmente, para una solución de los reclamos, que ahora alcanzan aproximadamente 9.000 millones de dólares", según un comunicado de Pollack.
Por María Laura Cicerchia