El ministro de Economía, Axel Kicillof, admitió ayer que por más que la polémica cláusula Rufo caiga en enero no sería posible alcanzar un acuerdo con los fondos buitre por la deuda impaga si ellos no ceden y ponen fin a sus "descabellados" planteos.
El funcionario se mostró entusiasmado, no obstante, por el trabajo que él y los otros 19 ministros de Economía del G-20 más los presidentes de los bancos centrales del grupo tendrán que encarar para proponer un nuevo marco legal "antibuitre" sobre las emisiones de deuda soberana.
Una propuesta del gobierno de Cristina Kirchner encontró lugar en la cumbre del G-20 el último fin de semana en Brisbane, Australia, por lo que las economías más importantes el mundo aceptaron tratar la problemática de la litigiosidad de capitales especulativos sobre las deudas soberanas.
La presión argentina para instalar el tema, con un fuerte apalancamiento de Brasil y Francia, se incrementó este año después de que la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos dejara firme un fallo a favor de fondos buitres, lo que obligaba al país a pagarles.
En el marco del encuentro del g-20 el gobierno argentino logró que los países que integran el bloque se pronuncien a favor de establecer un nuevo marco legal internacional para la emisión de deuda soberana, que impida el embate de los fondos buitre.
En rigor, los presidentes de las potencias industrializadas y las emergentes aceptaronen el encuentro, incorporar un anexo que reconoce la litigiosidad como un problema a tratar. e instruye a sus ministros de Economía para que trabajen en eso.
El gobierno sigue sumergido en esa problemática y, por ahora, no le encuentra una salida favorable para el país, tras la dura sentencia de los tribunales estadounidenses que obligan a pagar el 100 por ciento de una deuda de 1.330 millones de dólares a las firmas NML Capital y Aurelius Capital Management.
La Argentina reestructuró el 93 por ciento de su pasivo en default con los canjes de 2005 y 2010 pero no logró que el restante 7 por ciento (entre los que están esos fondos buitres) aceptara negociar el pago con una quita de intereses.
Vocación.EN_SPACEKicillof ratificó que la Argentina tiene "una vocación de encontrar una solución" bajo los parámetros de un trato equitativo, igualitario y justo, respecto de quienes sí aceptaron los canjes de 2005 y 2010.
"Pero si uno tiene del otro lado a los fondos buitres y al juez (Thomas) Griesa pareciera que el objetivo no es el mismo. Para llegar a cualquier tipo de solución definitiva se necesitan dos partes; pero si la otra parte sigue planteando cosas escabelladas, no soy optimista, con cláusula Rufo y sin cláusula Rufo", sostuvo el ministro.