Una sentencia de la Justicia estadounidense contraria a Argentina en el caso de los bonos en default desde 2001 tendría graves consecuencias para las renegociaciones de deuda en el futuro, alertó ayer un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Las decisiones judiciales sobre Argentina, de ser confirmadas, podrían exacerbar los problemas de acción colectiva" de tenedores de deuda pública, explicó el organismo en un análisis sobre reestructuración de deuda.
El Tribunal de Apelaciones de Nueva York debe dirimir si acepta una propuesta argentina para solventar las demandas de dos fondos especulativos de inversión, que rechazaron la reestructuración de la deuda propuesta por Buenos Aires, y que exigen que se les pague en su totalidad el capital e intereses de los bonos que compraron.
Los expertos del FMI consideran que si los fondos demandantes obtienen una sentencia favorable, eso "probablemente desalentará a los acreedores de participar en una reestructuración voluntaria" si se diera el caso en el futuro.
Al dictar pagos retroactivos, la Justicia estadounidense pondría en peligro todo el equilibrio entre los acreedores de un país, que cuando entran en una renegociación de deuda lo hacen en pie de igualdad, aduce el Fondo.
El caso "puede poner en riesgo los procesos de reestructuración de la deuda" que enfrentan crecientes problemas en la escena internacional, tras los casos de Grecia en 2012 o Belice y Jamaica este año.
Un juez federal dictaminó el año pasado que Argentina debía abonarle a los fondos NML y Aurelius 1.470 millones de dólares de capital e intereses. El gobierno replicó ofreciendo una rebaja sustancial de esa suma, para equipararla a lo que cobraron los tenedores que aceptaron una quita.
Hasta ahora el FMI no se había pronunciado sobre el caso argentino. Políticamente, el gobierno y la conducción del organismo mantienen una relación compleja.
Pero la preocupación por lo que decida la Justicia estadounidense excede las diferencias políticas. También el Citibank salió ayer a expresar su preocupación por las decisiones del juez neoyorquino Thomas Griesa.
El banco consideró que los pagos del canje de deuda argentina que ingresan a la entidad —en su carácter de custodio de los bonos- no son embargables y pidió al juez Thomas Griesa clarificar la situación.
El banco, en su presentación, sostuvo que "si la interpretación del juez fuera distinta, esto le traería perjuicios importantes" a la entidad.
La sede de Citibank Argentina, como uno de los tantos custodios locales de los bonos en dólares y en pesos emitidos en los canjes, sostiene en el escrito que su situación no está alcanzada por las órdenes de embargo del juez. Pide además, clarificar la situación por que si la interpretación del Griesa fuera distinta esto le traería una seria de perjuicios importantes.
La entidad destacó el hecho de que en el pasado el juez otorgó un embargo sobre los flujos de los Boden 2012 a pedido de EML (el fondo del magnate Kenneth Dart que es investigado por la Afip por su facturación y fuga de divisas) que alcanzó a la sucursal argentina del Citi, pero que luego ese embargo se dejó sin efecto, debido, entre otras causas, a que esos bonos tiene legislación local.
El Citibank describe el procedimiento de pago y del cual surge, según el escrito, que el efecto cancelatorio del pago se produce cuando Argentina deposita los pagos en el sistema de pagos local.