Tras dos horas y media de reunión los integrantes de la mesa de enlace
agropecuaria se retiraron en la camioneta que llegaron de la Casa Rosada. Los cuatro
presidentes de las entidades agropecuarios mantuvieron un encuentro con los funcionarios del
gobierno nacional. El encuentro reanudó el diálogo con el sector después de tres meses. La
presidenta estaba en un despacho contiguo dialogando con el gobernador entrerriano
Urribarri.
Minutos después de las 16:30 comenzó la reunión entre los funcionarios del gobierno
nacional con los dirigentes agropecuarios. El encuentro reanuda el diálogo con el sector después de
tres meses.
Participan Hugo Biolcatti por la Sociedad Rural, Eduardo Buzzi por la Federación Agraria,
Mario Llambías de Confederaciones Rurales y Carlos Garetto de Coninagro. Aníbal Fernández
está acompañado por los ministros de Economía, Amado Boudou, y de la Producción, Débora
Giorgi, además participa el presidente del la ONCCA, Emilio Eiras. El lugar de la reunión está
puerta por medio con el despacho de la presidenta Cristina Fernández.
La última vez que se reunieron fue el 1 de abril de 2009 en horas de la tarde cuando la
mesa de enlace y representantes del gobierno nacional se encontraron para tratar de destrabar una
relación conflictiva que marcó el 2008 con paros, actos de uno y otro lado, y múltiples símbolos
que alejó a las parte de forma permanente.
De la reunión participarán la ministro de Producción, Débora Giorgi, el jefe de gabinete,
Aníbal Fernández, y el ministro de Economía, Amado Boudou, quienes estarán por primera vez en esta
instancia con el sector agropecuario, ya que desde sus antiguas posiciones en el gobierno
estaban "lejos" del conflicto con el campo.
Los chacareros, que en los últimos meses se vieron muy perjudicados por una severa sequía,
también le pedirán al jefe de gabinete, Aníbal Fernández, mejoras para el sector ganadero y una
liberación de las exportaciones de carne, trigo y maíz, restringidas por el gobierno para evitar el
desabastecimiento doméstico.
Si bien el gobierno dejó trascender que ofrecerá bajar los impuestos a las exportaciones
-llamados retenciones- de trigo y maíz, difícilmente acepte reducir la tasa de la soja, el mayor
cultivo del país.
Argentina es el mayor exportador mundial de derivados de soja y el tercero de granos de la
oleaginosa, por lo que reducir el impuesto al cultivo, del 35 por ciento actual a un 25 por ciento,
como pide el sector, implicaría una pérdida de miles de millones de dólares para el Estado.
“Las expectativas siempre son buenas. Nosotros cuando convocamos, convocamos con absoluto
optimismo de encontrar una solución definitiva al tema”, dijo a Radio 10 el jefe de
gabinete.
De todos modos, el funcionario Aníbal Fernández reconoció que será “muy difícil tocar la
retención”. Los dirigentes rurales, sin embargo, no tendrían voluntad de recurrir a protestas
para resolver sus problemas.
“Medidas de fuerza no se vislumbran. Hay que esperar y ver cuál es el tono de la reunión.
Hay una fuerte presión de las bases (de productores), pero hay que encausar esa bronca”,
explicó una fuente del sector.
La última reunión. La conferencia de las dos partes de aquella jornada destacó la
profundización del conflicto. "No nos dieron respuestas concretas", adujeron desde la mesa de
enlace. "Estamos trabajando en los puntos que presentaron", respondió el Poder Ejecutivo.
El período electoral que atrajo la derrota kirchnerista en las urnas y el arribo de
agrodiputados al Congreso sacó el foco de atención en el conflicto que nunca cesó.