La deuda pública en virtual default no es la única herencia que dejará el gobierno que se va. Las suspensiones de pago de empresas privadas, incluso de las más grandes, se convirtieron en moneda habitual desde que estalló la crisis financiera a principios de 2018.
En la última mitad de este año este problema se agudizó. De hecho, en sólo dos meses, dos grandes jugadores nacionales del agronegocio, el sector más dinámico de la economía nacional, anunciaron la reestructuración de pasivos por montos que en conjunto superan, como mínimo, los u$s 400 millones . La reestructuración de pagos anunciada el jueves por la agroexportadora santafesina Vicentín, debido a una situación de “estrés financiero”, es un golpe durísimo para la economía de la región. Pero también es un indicador de las complicaciones financieras que enfrentan las empresas, cualquiera sea su tamaño. En la misma semana, Celulosa, que logró un 92% de adhesión para realizar un canje de deuda por u$s 60 millones, no pudo completar el pago de u$s 4 millones que no entraron en la operación.
Un informe de First Capital Group, difundido en junio, explico que en marzo de 2018 el 98,5% de las empresas se encontraba en Situación 1 (regular) en cuanto a su deuda, y 1,5% en Situación de 2 a 6 (irregular o morosa). Un año después, la porción en situación irregular mostró un crecimiento de hasta el 5%.
A fines de septiembre, los sorteos de sindicaturas en concursos y quiebras tramitados en el Poder Judicial de Rosario alcanzaban el mismo número a los realizados en todo 2018. Es el año con más procesos de los últimos cinco: 221.
La novedad de los últimos meses fue la incorporación a la lista de crisis financieras del sector estrella de la economía argentina, a la vez uno de los más mimados por el gobierno nacional: el agro. El default de BLD, a fines de septiembre, y la reestructuración de pagos anunciada por Vicentín, esta semana, cayeron como bombas.
BLD era una de las cinco corredoras de granos más importantes del país. Su deuda defaulteada orilla los u$s 100 millones. El monto a reestructurar por Vicentín es el triple. La deuda con proveedores de mercadería sería u$s 350 millones, pero además tiene créditos en el sistema financiero local por $ 23 mil millones y con bancos extranjeros por más de u$s 300 millones.
Para la plaza granaria de Rosario, referencia en el país, estas crisis representan todo tipo de desafíos. Mientras las entidades del agro juegan fuerte su partido en la política, marcando la cancha a autoridades electas, en pocos meses los productores y las economías del interior sufrieron un daño que no tiene nada que envidiarle al que esperan por aumento de las retenciones. Y desde el propio sector.
Un reciente informe de S&P s advirtió sobre el endeudamiento empresario. En 2020 sólo dos compañías deberán pagar el capital de sus bonos por un total de 821 millones de dólares. Y en 2021 crecerá hasta los u$s 2.500 millones.