La presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó ayer una fuerte defensa del
modelo económico puesto en marcha en la Argentina desde 2003 y reclamó la presencia de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) en las futuras reuniones del Grupo de los 20
(G-20).
"Es imprescindible que la OIT, que es donde están representados los trabajadores
y los empresarios, formen parte de las deliberaciones del G-20, porque son los trabajadores y la
defensa de los puestos de trabajo las claves para superar esta crisis desatada ante el derrumbe del
mundo de la especulación financiera", dijo Cristina ante el plenario de la OIT en Ginebra.
En su discurso la presidenta explicó ante los sindicalistas y funcionarios de la
OIT las claves del modelo iniciado en la Argentina en 2003, al que calificó "más como un modelo
político, que económico" y dijo que "se basa en la defensa del nivel de empleo y de la actividad
económica y la producción para superar la actual crisis".
"En la última reunión del G-20 tuvimos junto con el presidente de Brasil, el
presidente Lula, una fuerte discusión con el G-20 cuando se intentó poner en el texto de la
declaración final un capítulo destinado a la flexibilización laboral y recuerdo que dijimos que si
aparecía eso en el texto nosotros nos retirábamos del organismo", recordó.
La presidenta aseguró que "en nuestro modelo el patrón de crecimiento económico
desde el 2003 se basó en el trabajo y la producción contra la especulación financiera", tras lo
cual recordó que "en estos seis años la Argentina, que partió con un 25 por ciento de desocupación
en el 2003 y apenas 9 mil millones de dólares de reservas en el Banco Central, hoy tiene un 7,3 por
ciento de desocupación, más de 46 mil millones de dólares de reservas".
Ante los representantes del mundo del trabajo, la Cristina dijo también que "hoy
en la Argentina tenemos más de 1.500 convenios de negociaciones colectivas en marcha y llegamos a
que un 43,6 por ciento del PBI participan los trabajadores y estamos cerca de nuestra meta que es
el 50 y 50, o el fifty-fifty".
Cristina resaltó también la política del gobierno sobre la defensa del trabajo
registrado y recordó que "una de las decisiones más importantes de estos últimos años en la
Argentina fue la de retomar para el estado los recursos de los trabajadores a partir del manejo de
los fondos previsionales".
En ese sentido, criticó la privatización de ese sistema "del que gozaban unas
pocas empresas que se hacían ricas y lo sufrían todos los argentinos porque lo que se recaudaba
tampoco volvía en obras para los argentinos".
Al reiterar decisiones adoptadas para enfrentar la crisis económica, Cristina
relató ante la OIT la creación de un comité integrado por los ministerios de Trabajo y de la
Producción, la AFIP y la Ansés, que "nos permite avanzar en las medidas estructurales y saber como
están los trabajadores, el nivel de actividad y además salir en auxilio de alguna empresa que lo
necesite o trabajar fuertemente en el programa de empresas recuperadas", explicó.
La presidenta hizo hincapié en que "nuestro modelo hace de la preservación del
vínculo laboral una de sus claves principales" y señaló que "lo más valioso es que al trabajador no
le llegue el telegrama de despido".
"Cuando uno escucha que este año, solamente este año, se han destruido 50
millones de puestos de trabajo, se da cuenta de la necesidad de seguir generando políticas para que
eso no ocurra porque de ahí dependen no solo la vida laboral de ese trabajador sino de toda una
sociedad, de todo un país", dijo en referencia a la crisis mundial.