Los organismos internacionales y los principales países desarrollados
tímidamente comienzan a reconocer que lo peor de la crisis está pasando y que los signos de
reactivación de la economía mundial pueden perdurar. Sin embargo, todavía hay luces de alerta en el
camino. La especialista en mercados globales Silvina Vatnik, presidenta del Centro para la
Estabilidad Financiera (CEF), analiza la coyuntura y advierte que el mundo sólo está en la puerta
de un nuevo estadio de la crisis y que aún falta mucho por recorrer para salir definitivamente de
la recesión económica.
—A un año del colapso del banco de inversión estadounidense Lehmann Brothers que marcó el
estallido de la crisis ¿qué lecciones dejó la crisis financiera global?
—La caída de Lehmann Brothers es la marca, pero ya venía ocurriendo, la
explosión realmente se produjo en julio del año pasado. Llevamos más de 15 meses de crisis. Lo que
ocurrió en este año fue un manejo de crisis, bastante efectivo desde el punto de vista de una serie
de medidas coordinadas. Si bien no fue fácil, hubo coordinación entre los gobiernos utilizando
instrumentos de política monetaria y fiscal por parte del G-7 y también acompañando con medidas
China. A veces hacen falta estos shock al sistema.
—¿Estas medidas fueron las acertadas para enfrentar la coyuntura?
—El tema es complejo por varios motivos. Se vieron cuales eran las
debilidades de las distintas estructuras regulatorias. Es más, en Estados Unidos no hay un consenso
entre el Ejecutivo y el Congreso en cuanto a en qué va a consistir la reforma regulatoria de los
bancos y otras instituciones financieras. En Estados Unidos se habían anunciado planes de un
determinado cambio para darle a la Reserva Federal (FED) más poderes de monitoreo y supervisión y
no está claro que va a terminar siendo así.
—Pareciera que Wall Street vuelve sobre sus errores ¿la titularización de pólizas de
seguros de vida es un nuevo negocio especulativo?
—Se generaron anticuerpos y cuando se habla de innovación no es malo. El
tema es una innovación donde no se conoce la naturaleza de los riesgos subyacentes en cada
instrumento. No es que tenemos que volver al trueque por lo que pasó. Es importante clarificar esta
diferencia. En la industria del seguro claramente hay lecciones para aprender, desde el punto de
vista de distintos países, que con esta crisis reciente pudieron entender lo que está pasando. En
los bancos en Estados Unidos se verificó que había vacíos regulatorios y demasiadas entidades
cubriendo distintos aspectos de la intermediación bancaria. Hay bastante más conciencia de la
necesidad de analizar los riesgos inherentes y eso va a depender de qué país y qué tipo de
estructura se diseñe.
—El G-20 discute cómo deben actuar los Estados ante los mercados financieros ¿Por dónde
deben pasar los controles?
—En la última cumbre de abril en Londres se plantearon objetivos muy
amplios. En la conferencia de la India se discutió esto con representantes de instituciones como el
CEF del G-20 y se puede decir que se mostró cierto avance. Ya se salió del estadio de puro manejo
de crisis, se está preparando el terreno para la próxima fase, de cómo preparar el terreno para
esta nueva configuración internacional.
—¿Qué es lo que se viene?
—Hay que poner mucho énfasis en temas de estrategias de salida. Lo que uno
vio es que los gobiernos se volvieron muchos más activos, Pero son políticas de estímulo en forma
transitoria. El riesgo en que se incurre a nivel global es que exista un desplazamiento del sector
privado. Está muy bien tener al gobierno involucrado en políticas públicas pero otra cosa es
tenerlo como la variable clave de la economía. Se viene una estrategia de salida no de la crisis en
sí, sino de estás políticas monetarias y fiscales muy activas.
—¿Dónde deben hacer eje los gobiernos?
—En cómo se mejora la gobernancia global, la forma de tomar decisiones.
Hay que ver la arquitectura financiera internacional. Eso se refleja en los organismos
internacionales. Hay que mirar el juego internacional. El equilibrio de poderes es lo que está en
juego cuando se discute el tipo de representatividad de los países emergentes en las decisiones del
Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. También son importantes los temas del
financiamiento del cambio climático, que tienen que ver con cuál es el rol de los países en
desarrollo o el Bric (Brasil, Rusia, India y China). Además, es importante el rol del sector
privado. El sector privado hace falta y debe mostrar que hace las cosas mejor, respecto de cómo las
venía haciendo, ayudar a los reguladores a hacer mejor su trabajo. Esto es parte de un proceso y el
G-20 es una instancia, una forma de poner a países alrededor de la mesa, que de otra forma no
estarían. Cómo equilibrar el mundo desarrollado con el mundo en desarrollo es un punto fundamental
de gobernancia global.
—¿El mundo está sobre el fin de la recesión?
—La clave son los cambios regulatorios como se expidió el comité de Basilea. Pueden ser
con políticas anticíclicas, no sólo para cuando las cosas anden mal, sino para que cuando anden
bien. Todo este andamiaje regulatorio va a llevar bastante tiempo, porque los sistemas financieros
se están ajustando a la nueva realidad. Todavía no estamos en una situación virtuosa. Vamos a ver
bastantes fluctuaciones y claramente van a surgir los temas de competitividad. Eso va a quedar
mucho más claro en 2010 ó 2011.