El doble revés que el interventor del justicialismo nacional, Luis Barrionuevo, sufrió en la Justicia precipitó una convocatoria que busca mixturar las posiciones internas. Por eso, el 8 de junio próximo, en Ferro, se reunirá el congreso del PJ.
El doble revés que el interventor del justicialismo nacional, Luis Barrionuevo, sufrió en la Justicia precipitó una convocatoria que busca mixturar las posiciones internas. Por eso, el 8 de junio próximo, en Ferro, se reunirá el congreso del PJ.
El jueves pasado, en paralelo al dictamen del fiscal Jorge Di Lello y al fallo de la Cámara Nacional Electoral (CNE), los apoderados notificaron a la jueza María Romilda Servini de Cubría sobre la convocatoria al congreso partidario. Y esta semana se emitirán las notificaciones a los más de 900 congresales de todo el país.
El formoseño Gildo Insfrán, presidente del cuerpo, firmará los telegramas y junto a José Luis Gioja y los jefes partidarios de las provincia hará la otra tarea compleja: conseguir que la asistencia sea lo más numerosa y diversa posible.
Insfrán se volvió un operador esencial en ese trámite y es quien empuja la conformación de una comisión de acción política para sumar a la mesa que presidió Gioja (ahora intervenida) a sectores y referentes que no han participado del PJ en los últimos años.
"Vamos a abrir las puertas de par en par, convocar a todos", dijo Gioja sobre la alternativa de la comisión de acción política y la invitación a otros dirigentes.
Al principio, la decisión de Servini fue criticada por la mayoría de los gobernadores y de los bloques del PJ (salvo el FR de Sergio Massa) y sembró pánico entre los jefes de los PJ provinciales frente al riesgo de intervenciones en cadena.