La Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de Argentina anunció ayer que se sumará al acuerdo de precios por 60 días que selló el gobierno con las grandes cadenas del sector y de ventas de electrodomésticos, más allá de poner reparos en cuanto a la eficacia de la medida para combatir la inflación.
El director de la entidad, Miguel Calvete, informó que las cámaras que integran la asociación que agrupa a los autoservicios propiedad de residentes chinos en el país adhieren a los convenios.
Los comerciantes que suscriben el acuerdo con el gobierno, las grandes cadenas de supermercados y las principales empresas que venden electrodomésticos, se comprometen a mantener congelados los precios por dos meses, durante febrero y marzo, hasta el próximo primero de abril.
De esta manera, los supermercados chinos se suman al convenio, del mismo modo que lo habían hecho durante la jornada de ayer los encargados de almacenes, autoservicios y polirrubros de Buenos Aires, pese a no haber sido convocados por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, para estampar la firma en un acuerdo formal.
Calvete, sin embargo, puso reparos respecto a la eficacia de este tipo de convenios para mantener los precios congelados durante 60 días, y reiteró que "creer que dicho compromiso temporal frenará la inflación es ingenuo y poco sustentable".
"Los acuerdos de precios son efectivos en tanto y en cuanto haya una anuencia de todos los actores de la cadena de valor, que incluyan a los sectores de la industria, distribución y comercialización, siendo éste último grandes cadenas (manejan más del 60 por ciento de la venta y son solo cuatro,), el sector mayorista (que abastece a los puntos de venta de proximidad), a almacenes barriales y súper chinos", afirmó.
Pedido. La Federación, si bien anunció su participación en el compromiso, exigió al mismo tiempo "un arreglo de fondo conjuntamente con una legislación que regule la concentración que hoy existe en el sector", al considerar que "de lo contrario, estos acuerdos no serán para nada suficientes".
Para Calvete, los acuerdos de precios son una "herramienta" que "se ha desnaturalizado", dado que "no participan todos los sectores involucrados, sobre todo las organizaciones de consumidores, quienes deben ejercer el contralor ya que son, en definitiva, los principales beneficiados o perjudicados por las fluctuaciones de precios".
"Los acuerdos verbales y sobre generalidad de productos, sin listados explícitos y públicos, como en este caso, pensando que mágicamente surgirá una responsabilidad empresarial e industrial por frenar la inflación es una muestra de ingenuidad que poco sustenta el acuerdo arribado", enfatizó.
El directivo sostuvo que en la actualidad, la industria supermercadista se ha convertido en "un circulo vicioso en donde sólo ganan los grandes grupos influyendo en el precio de los productos que se consumen, y controlando también los márgenes de ganancia de los productores".
El acuerdo al que el gobierno y las grandes cadenas llegaron el lunes pasado ocurre en simultáneo con el desarrollo de las primeras paritarias que fijarán los aumentos salariales para este año. Eso, así como los aumentos en varios rubros sensibles durante enero, terminaron forzando la decisión.
Más adhesiones. El acuerdo inicial de congelamiento de precios fue con la Asociación de Supermercados Unidos, que nuclea a las grandes cadenas nacionales. Anoche, las otras dos organizaciones del sector, la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (Fasa) se sumaron.