Con Boudou de vice, Cristina da una señal a los empresarios
El compañero de fórmula de la presidenta muestra la cara moderada del modelo económico. "Cuando decimos que hay que profundizar el modelo, algunos se asustan, y no es más ni menos que seguir invirtiendo en energía para que los industriales amplíen su capacidad productiva", expresó.
27 de junio 2011 · 01:00hs
"Cuando decimos que hay que profundizar el modelo, algunos se asustan, y no es más ni menos que seguir invirtiendo en energía para que los industriales amplíen su capacidad productiva, mantener el mercado para que nuestros empresarios puedan vender y los trabajadores ganar su sueldo, y defender nuestra moneda para tener un mercado competitivo". El ministro de Economía, Amado Boudou, describió así el rumbo de la política económica, durante una entrevista realizada en este diario a principios de mayo, cuando bajó a Rosario para respaldar a Rafael Bielsa como precandidato a gobernador. Y subrayó: "Esto es clima de negocios".
La designación de Boudou como candidato a vice en la fórmula con la que Cristina Fernández de Kirchner marchará hacia una casi segura reelección es una señal clara en distintos sentidos. En el que ocupa a la economía, sienta postura en una discusión que se avivó dentro del espacio político que reporta al oficialismo, sobre la naturaleza del "modelo" y el rumbo que tomará a partir de octubre. Un debate que, con el amplio dominio que tiene la presidenta en el mapa político, convoca sobre todo a los sectores y expresiones que se identifican con el actual ciclo económico.
El ascenso del jefe del Palacio de Hacienda no parece indicar, hoy, que la profundización del modelo se exprese en medidas como el establecimiento por ley de un sistema de distribución de ganancias extraordinarias de las empresas a los trabajadores; o el endurecimiento de la normativa para castigar la precarización laboral y el trabajo en negro. Proyectos que existen en el congreso, fogoneados por legisladores de extracción sindical y congelados en el marco de una táctica que, como enfatizó Boudou en aquella entrevista, aporta a la "ampliación de la base de sustentación del modelo".
En la foto preelectoral, el perfil del compañero de fórmula de Cristina es una señal de que el modelo puede autorrestaurarse. Que puede poner sus propios límites y garantizar a los inversores que el relato ideológico no afectará el "clima de negocios". Es, hoy por hoy, sólo una foto. La dinámica caracteriza el proceso político y económico de la posconvertibilidad y el kirchnerismo se mostró como el gran intérprete de esa movilidad, reinventándose cada vez que fue necesario. Y un ministro, en esta administración, es un mortal que recibe instrucciones. Sea la de estatizar el sistema previsional o la de usar las reservas para arreglar con los acreedores externos.
La propia Cristina lo dijo cuando elogió a Boudou, el sábado pasado, por su "capacidad y valentía" para "cambiar y adaptarse en un mundo que está cambiando". El puente generacional que tendió para que el ministro corriera de la Upau a la cima del proyecto nacional y popular premia esa iluminación y paga una lealtad muy específica a la camada de estrellas cristinistas nacidas en la recuperación kirchnerista pos 125. Una lealtad alumbrada en tiempos exitosos, que incluye también al ministro de Agricultura, reconstructor de la relación con el complejo mundo de los agronegocios, y ungido candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires.
La presidenta fue, en cambio, más ahorrativa en la gratificación de lealtades bien probadas en la adversidad, por caso el mismo conflicto agrario. Así lo refleja la confección de la lista de candidatos a diputados nacionales del justicialismo santafesino. La utilización de su cenit político para derribar alambrados dentro su espacio no perdonó territorios, corporaciones ni cotos partidarios. Tampoco la construcción propia de sus soldados más fieles. Reflejo, al fin, de la "capacidad de cambio y adaptación" no sólo del candidato a vicepresidente, sino del modelo mismo.
Marcó del Pont
La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, aseguró que no habrá devaluación del peso ni suba de las tasas de interés, en tanto negó que la emisión monetaria provoque tensiones inflacionarias, y vinculó la suba de precios en el mercado interno al alza internacional en el valor de las materias primas de alimentos.