El gobierno nacional podría afrontar los gastos que demandará la segunda ola de Covid-19 con los ingresos provenientes de las retenciones a las exportaciones y del aporte solidario extraordinario a las grandes fortunas -que según datos que ayer publicó la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) supera los $230.000 millones- sin generar un desequilibrio en las cuentas públicas por encima de lo previsto en el presupuesto 2021.
Al primer cuatrimestre del año, las medidas económicas que el gobierno encaró para ampliar de gastos sanitarios y sumar transferencias asistenciales, junto a la reducción del pago de ganancias personales alcanzaron un costo fiscal que hasta el momento llegó a los $480 mil millones, aproximadamente un 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB) estimado para 2021. Como contraparte, los recursos extra provenientes de los impuestos sobre los sectores agroexportadores y sobre las personas de mayor patrimonio declarado suman, alrededor del 1,2% del PIB.
“Es decir que los ingresos le proveen al Tesoro nacional en 2021 un oxígeno extra necesario para afrontar los nuevos gastos no previstos inicialmente” para afrontar la segunda ola de Covid, “sin incrementar el déficit pautado para el año ni tener que volver a recurrir a la emisión de pesos para financiarlos”, indicó un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Este año, el gobierno nacional estimó en el presupuesto nacional un déficit primario del 4,2% del Producto Interno Bruto (PIB), menor al registrado el año pasado por efecto de la extensa cuarentena estricta. Sin embargo, la llegada de la segunda ola de coronavirus, que no estaba prevista en las proyecciones para 2021, encendió un alerta sobre la situación de las cuentas públicas, en función de la necesidad de volver a echar mano de los ingresos para atender la salud y la economía.
Según el relevamiento de Iaraf, los datos de ejecución presupuestaria para el primer cuatrimestre mostraban “cierto margen para que el déficit no resulte mayor al presupuestado”. De hecho, explicó que el déficit primario acumulado hasta abril fue del 0,2% del PIB.
También el relevamiento muestra cómo el fisco logró, luego de un 2020 muy afectado por las restricciones, recuperar capacidad de ingresos por una reactivación de la actividad económica y, al mismo tiempo, una reducción de gastos relevantes para las finanzas nacionales como lo son las jubilaciones, asignaciones y salarios del sector público, que por efecto de la inflación cayeron en términos reales de entre el 8% y el 10%.
"La ejecución presupuestaria en el primer cuatrimestre muestra cierto margen para que el déficit no sea mayor al presupuestado.
Esa conjunción es la que, según detalló el relevamiento de Iaraf, al primer cuatrimestre de este año, permiten prever que no el desequilibrio fiscal no será mayor al que el gobierno calculó en el presupuesto.
Las tendencias que marca el inicio del año, por el lado de los recursos, marcan que en abril se pudo ver que los impuestos más que se duplicaron en valores corrientes en comparación con lo que se recaudó en el mismo mes de 2020. Para contextualizar este gran salto en la recaudación, hay que recordar que los ingresos tributarios tocaron su piso en el periodo base respecto al cual se compara, por lo que es esperable, por una cuestión estadística, encontrar estos crecimientos.
Más ingresos
El informe de Iaraf detalla que la clave de la recuperación de los ingresos tributarios del sector público nacional no financiero “viene dada por los impuestos al comercio exterior” que volvieron a impulsar la recaudación. Sobre todo, destaca la performance de los derechos de exportación (retenciones) que “en todo el cuatrimestre crecieron por encima del 100% en términos reales en comparación con el primer cuatrimestre de 2020”.
De hecho, este tributo al comercio exterior explicó un tercio del crecimiento interanual real del total recaudado en estos primeros cuatro meses de 2021.
Iaraf señala la relevancia de las retenciones este año. “Su magnitud superó con creces la recaudación real de los últimos siete años, y asemeja su nivel a los periodos 2009-2011”, indicó el informe y detalló que “dado el contexto de precios internacionales y el tipo de cambio y alícuotas de retenciones vigentes, es esperable que para todo el año los derechos de exportación resulten 0,7% del PIB superiores a los de 2020, esto sería un 0,5% del PIB más que lo presupuestado, y en números absolutos unos $200 mil millones más que lo previsto en la ley de leyes.
Por otra parte, el presupuesto 2021 no preveía la aprobación del aporte solidario y extraordinario a las grandes fortunas. Según las cifras oficiales por este tributo se recaudará en todo el año aproximadamente otro 0,7% del PIB, es decir algo menos de $300 mil millones, de los cuales ya ingresaron $230 mil millones, según detalló hoy la Afip.
"Los ingresos por retenciones crecieron por encima del 100% en términos reales en el primer cuatrimestre respecto de igual período de 2020
“Sólo sumando estas dos fuentes, se cuenta así con recursos extra por 1,2% del PIB no previstos inicialmente”, puntualizó Iaraf. En ambos casos, “puesto que son recursos no coparticipables, estarán disponibles para financiar gastos nacionales”, agregó.
Menos gastos
Por otro lado, los datos de ejecución presupuestaria hasta abril mostraron que, por un lado, no hubo un fuerte crecimiento del gasto asociado específicamente a la pandemia, y por el otro, “se observó una reducción aquellos destinados a atender rubros relevantes para las finanzas como lo son las jubilaciones, asignaciones y los salarios públicos, que contemplando el efecto de la inflación muestran caídas reales de entre el 8% y el 10%”.
Iaraf detalló que “la combinación de estas evoluciones de ingresos y egresos observadas en el primer cuatrimestre, mostraron un escenario de cierta disciplina fiscal para 2021, cuya extrapolación anual indica un resultado primario que podría incluso resultar menos deficitario que el 4,2% del PIB presupuestado”.
“Esto evitaría la necesidad de emitir dinero extra en los niveles del año pasado”, agregó.
"Los gastos vinculados a jubilaciones, asignaciones y salarios públicos caerían hasta 10% en términos reales por la inflación
De hecho, el presupuesto autorizaba para este año adelantos transitorios y transferencias de utilidades por $1.200.000 millones y ya computado el primer cuatrimestre, sólo se habían verificado adelantos por $190 mil millones.
Finalmente Iaraf planteó que “para que estos resultados se mantengan, es clave que se sostenga el comportamiento descripto”, aunque advirtió que además de la pandemia el 2021 es un año eleccionario y como consecuencia “el escenario económico podría en los próximos meses cambiar su evolución”, no sólo “producto del “deterioro generado en la actividad fruto de nuevos cierres o nuevas olas”, sino además por “la aceleración del gasto en transferencias y subsidios que habitualmente acompaña en Argentina a cada año electoral”.