Luego de tocar un piso a inicios del segundo trimestre, los precios de los principales granos de exportación comenzaron una gradual recuperación. Se abrieron así ventanas de oportunidad para efectuar ventas, en medio de una campaña compleja por la pandemia, la tensión internacional, el default de Vicentin y el clima seco que se instaló en la región. La reconocida analista de mercados agropecuarios Lorena D’Angelo repasó el momento por el que atraviesa la producción agrícola, cuya evolución es clave para la economía del país
—¿Cómo estás viendo el mercado de granos?
—Recientemente estamos registrando una recuperación en los precios de los granos locales, producto también de lo que está pasando en el mercado internacional. Si bien continuamos con la situación de coronavirus que afecta a muchas economías, el dato alentador es que China está comprando nuevamente productos agrícolas para reabastecer sus reservas. Por ello está realizando compras no solamente de soja, que es lo que habitualmente estamos viendo en el mercado, sino también de trigo y maíz, principalmente de Estados Unidos. Esto muestra algunos datos alentadores con respecto a la demanda, también pensando que en Estados Unidos se están desarrollados los cultivos de maíz y soja, con algunas situaciones climáticas puntuales que podrían afectar los rendimientos.
_¿Se puede esperar que estos precios se sostengan o es un momento del mercado?
— Hoy se está dando una oportunidad para hacer negocios. Pensemos que hasta hace unos meses teníamos valores más bajos, pero hoy tenemos una soja que está cotizando a niveles de u$s 240 o en torno de los $ 17.000. En el caso del maíz volviendo al rango de los u$s 140 y operando casi también en $ 10.000. Esto muestra una recuperación importante que los productores podrían aprovechar, porque todavía queda mucho grano sin vender. También hay una cierta preocupación con respecto a la campaña que viene. Ya tenemos sembrado casi todo el trigo y no se pudo sembrar lo que inicialmente se esperaba. El clima no está acompañando. Hay muchas zonas en las que está faltando humedad y eso también está motivando a los precios al alza para la campaña que viene, con un trigo en el orden de 175 dólares. A ello se le suma la preocupación del maíz y la soja, producto de que ya se está determinando a nivel internacional que vamos a tener un año Niña. Eso empieza a generar preocupación en los mercados. Con el contexto internacional, que están mejorando las cotizaciones, también están subiendo los precios del maíz y la soja para la próxima campaña.
—El Ministerio de Agricultura también difundió algunos datos sobre la campaña 19-20 para los granos gruesos.
—En verdad para los granos gruesos lo que ajustó fue la cifra de la campaña 19-20, que redujo la cosecha de soja que estaba proyectada en 50 millones de toneladas y con la cosecha final la bajó a 49 millones, mientras que en el caso del maíz el dato que hoy están relevando final ajustó al alza la producción. La estimación anterior era de 55,5 millones de toneladas y hoy están en 58,5 millones de toneladas. Es decir, un año que en el caso del maíz fue favorable pero en el caso de la soja desfavorable, porque en la campaña anterior también se dio una cosecha de arriba de 55 millones de toneladas.
—Respecto a la estrategia de comercialización del productor ¿cómo está vendiendo?
—Este ciclo se caracterizó por una venta anticipada muy importante del sector productor de cara a los cambios políticos que se podían ver y a los buenos precios que habían tenido en la campaña pasada. Ello hizo que hoy prácticamente estén a niveles muy similares a otros años en la misma época. En este último período retrajo un poco sus ventas, producto de los precios, la incertidumbre con respecto a algunos otros factores como el dólar y con la devaluación, que han llevado al productor a retener y solamente a vender lo que necesita principalmente para pagar sus deudas financieras, que está terminando de cancelar. Ahora, ya pensando en la campaña que viene, empieza hacer unas ventas más, producto de que tiene que asumir y empezar a planificar la campaña que viene. Podemos ver un mayor flujo de negocios acompañado en esta oportunidad por una mejora de precio.
—¿Cómo está influyendo el dólar en la decisión de venta de los venta de los productores?
—Pensemos que el productor tiene como referencia productos que cotizan en dólares, pero sus liquidaciones son en pesos. Y si bien hoy la soja se está operando a u$s 240 y el maíz a u$s 140, cuando el productor cobra, cobra el tipo de cambio oficial, que viene atrasado respecto de las otras referencias en otros mercados. Ello lleva a que el productor no venda a la expectativa de que en algún momento se achique la brecha. Y en las últimas semanas no se han dado indicadores de que esa brecha se vaya a achicar. Esto hace que no se vea una devaluación inmediata a pesar de que diariamente hay microdevaluaciones del oficial, que obviamente están lejos del dólar MEP o del Contado con Liqui, pero le permite al productor estar vendiendo lo que necesita y liquidando y cobrando a medida que va necesitando.
—¿El default de Vicentin tuvo mucha incidencia en la situación liquidez para la nueva campaña?
—Los productores a los cuales les afectó esta situación vieron recortados sus ingresos en un momento en el que la planificación estaba basada en vender el grano y cobrarlo. Lo que sucede es que esto estuvo acompañado también por un período, y hoy todavía sigue sucediendo, de créditos financieros a tasas bajas. Por eso hoy el productor tiene distintas alternativas, ya sea bancarias o mediante el mercado de capitales, con algunos instrumentos que le permiten obtener financiación conveniente. Principalmente, con la expectativa de que los precios de los granos suban y que después en algún momento posterior esa brecha cambiaria que hay entre el tipo de cambio oficial y el dólar MEP, o el contado con liqui, o el mismo dólar informal, se achique. Pero bueno, hoy hay mucha incertidumbre y en este momento estamos transcurriendo un período de buenas cotizaciones, mejores que hace unos meses atrás.
—La expectativa de los mercados pasa, por un lado. por la demanda de China que se ha despertado. Pero el mercado también está pendiente de la evolución de los cultivos en Estados Unidos y el efecto que tiene eso en los stocks internacionales. ¿Cómo está impactando esta situación?
—Efectivamente. Hoy la orientación del mercado mundial está viendo lo que pasa con el clima en Estados Unidos, principalmente para el maíz y la soja, para ver qué es lo que puede pasar con las cosechas 2021 de estos productos de Estados Unidos. Ese país es el principal exportador de maíz en el mundo y el segundo exportador de soja, y es con Dhina el principal participante en el mercado de la soja. Pero más allá de lo que pasa con los precios, también impacta lo que pasa en Estados Unidos sus relaciones políticas: más allá de que está haciendo negocios con China, hay detrás todavía una tensión política que impacta en el mercado. En noviembre hay elecciones en Estados Unidos.