En una rueda de limitadas dimensiones por el feriado del Memorial Day en Estados
Unidos y la continuidad del conflicto entre el gobierno y el campo, el índice Merval de las
empresas líderes de la Bolsa porteña arrancó la semana con una mejora del 0,19 por ciento, una
diferencia que se alcanzó en el último minuto de la rueda.
El volumen resultó casi inexistente al contabilizarse apenas 21,83 millones de
pesos, el menor nivel de negocios de los últimos meses, ya que habría que remontarse a los 9,57
millones del 5 de septiembre del año pasado.
Los operadores recordaron que en los mercados del mundo no se toman decisiones
sin la guía de Wall Street y que la Argentina no fue la excepción. Sin embargo, esta vez también se
apeló a un factor puramente doméstico para justificar la manifiesta prudencia de los operadores y
el razonamiento pasó por la frustrada reunión entre el gobierno y el campo, tras los discursos en
Rosario de los dirigentes rurales.
"En este escenario se advierte un compás de espera y nadie arriesga posiciones;
la marcha atrás de las negociaciones con el campo genera incertidumbre", apuntó un corredor de
bolsa.
A diferencias de otras ruedas los bonos se movieron dentro de un estrecho rango
de fluctuación y diferencias de precios que podrían ser de tipo corriente. Con todo, el Discount en
pesos, el bono del canje de la deuda más importante, avanzó 0,25 por ciento a 97,00. El Par fue uno
de los más perjudicados por las ventas y terminó 0,62 por ciento abajo en 31,70, pero el cupón PIB
remontó 1,25 por ciento al finalizar en 8,10.
Los bonos de la deuda movilizaron 223,83 millones de pesos, de manera que los
volúmenes también sufrieron un notorio achicamiento, algo que sucedió en todos los activos
nominados en dólares.
En otro orden, Banco Macro desembolsó la semana pasada 7,9 millones de pesos
para adquirir en mercado 1,16 millón de acciones propias, dentro de su programa de recompra de
títulos lanzado a principio de año para defender el valor de sus títulos.
La Bolsa de Comercio aprobó el pedido de retiro del régimen de cotización que
solicitó la fábrica de maquinaria agrícola Schiarre. La empresa cordobesa decidió abandonar las
pizarras de la Bolsa teniendo en cuenta que funciona como una "sociedad cerrada" y que no proyecta
financiarse mediante una ampliación de capital.