Lo que un centenar de obreros metalúrgicos del sector de la maquinaria agrícola
iniciaron hace alrededor de un mes en el cruce de las rutas 9 y 15, ayer se transformó, tras el
apoyo de la dirigencia ruralista, en una "gran tribuna nacional". Más de diez mil personas
participaron de un acto multisectorial donde el principal orador fue el presidente de Federación
Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi.
El epicentro de la protesta se registró en una de las ciudades que más está
siendo afectada por el conflicto que el campo mantiene con el gobierno y donde corren riesgo más de
dos mil puestos de trabajo que dependen de las industrias que fabrican equipos para el campo.
Al cumplir la sexta jornada de paro, medida que resultó con un alto acatamiento
en la no comercialización de granos y hacienda, Buzzi aseguró que "se viene una nueva etapa de
protesta que está siendo analizada, pero no duden que seguiremos reclamando hasta el último
minuto".
Sin embargo, los conceptos más duros fueron de tono político. Estimulado por los
cánticos "y pegue Buzzi, pegue", el principal dirigente de FAA salió al cruce de las declaraciones
de la presidenta, quien dijo que "los ruralistas nunca pararon cuando estaba la dictadura", para
aseverar: "No me acuerdo dónde estaba Cristina cuando en el 81 y el 82 bregábamos por la vuelta de
la democracia".
"La presidente debería asesorarse mejor. Mete a todos en la misma bolsa. Muchos
de los que estamos acá fuimos exiliados, gente que la pasó muy mal. Nosotros nos manifestamos en
esa época. No me acuerdo donde estaba la presidenta", arremetió Buzzi.
También criticó a algunos legisladores nacionales que anoche, mientras se
desarrollaba el acto estaban dando quórum para adelantar las elecciones. "Votan a los empujones
para resolver un problema político y económico mientras el país mira con estupor cómo crece la
inseguridad a causa de la exclusión social", destacó Buzzi.
"Está creciendo la desocupación y el gobierno mira adentro de la General Paz y
se olvida de mirar al interior profundo. Están votando un adelantamiento electoral en cambio de
pacificar al país con medidas que reactiven la economía", remarcó.
Añadió seguidamente que "el gobierno quiere ver al campo de rodillas. La miopía
no les permite ver que este no es un problema de 80.000 productores, este es un tema mucho más
profundo".
Además del apoyo de los productores de la zona, al acto apostaron fuerte los
obreros (hubo apoyo de militantes de la Corriente Clasista y Combativa), empresarios y decenas de
intendentes de pueblos y ciudades de una amplia franja del sur de la provincia de Santa Fe.
Precisamente el intendente anfitrión, Fernando Fischer, abrió el acto con duros
conceptos hacia el ex presidente Néstor Kirchner, "el monje negro del conflicto que el campo
mantiene con el gobierno", según su propia definición.
Psicotrópicos. El mandatario, que además es médico, le aconsejó al esposo de
Cristina que "tome un psicotrópico, un buen tranquilizante", para luego cuestionar al gobernador de
santa Fe, Hermes Binner por haber aceptado la coparticipación de las retenciones a la exportación
de soja. "¿Cuánto nos van a dar sobre las ruinas de las industrias? Yo no me voy a arrodillar ante
la chequera", vociferó.
Luego hicieron lo propio Fernando Pirani, y Omar Príncipe, de FAA, el
autoconvocado Gerardo Colotti, los trabajadores Rubén Cicarelli y Pablo Maldonado, además del
dirigente de CCC Juan Carlos Alderette, y el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas
(CRA), Néstor Roulet.