La economía de Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, volvió a dar señales de repunte. El mercado automotor respondió al estímulo que activó el gobierno de ese país cuando bajó la alícuota del impuesto a los productos industrializados y marcó un récord histórico en agosto con la venta de 405 mil vehículos. Decidida a profundizar la intervención estatal para evitar el impacto de la crisis financiera internacional, la presidenta Dilma Rousseff dispuso además subir un 25 por ciento los aranceles de importación de cien artículos que tengan origen extra Mercosur.
Ambas noticias prometen un impacto favorable para la economía local, que el mes pasado logró achicar sustancialmente el déficit comercial con la potencia sudamericana. El repunte del mercado automotor alienta la performance de las fábricas instaladas en Argentina, que exportan la mayor parte de su producción a Brasil. Mientras que el aumento de la protección arancelaria contra las importaciones de extra bloque mejora también la performance de las ventas de empresas argentinas a la nación vecina.
En el caso de los automóviles, las ventas de las concesionarias brasileñas superaron los 405 mil vehículos y comerciales livianos, lo que marcó un nuevo récord histórico para el sector, impulsado por la reducción del Impuesto a los Porductos Industrializados (IPI).
Según los datos estadísticos de la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores, que nuclea a unas 7.000 concesionarias en todo Brasil, este pico de ventas estuvo dado por la expectativa de finalización de las ventas con IPI reducido, en principio establecido para el 31 de agosto.
El nuevo plazo de la medida adoptada en mayo vencerá el 31 de octubre para los vehículos y comerciales livianos, lo que permite la evolución de las ventas.
De esta manera, parece consolidado un escenario de crecimiento de los patentamientos para el cierre del año cercano al 8 por ciento el segmento, totalizando unos 3,7 millones de unidades, luego de unas previsión de caída del 0,4 por ciento.
En el acumulado de los primeros ocho meses de 2012 se totalizaron 2.501.116 unidades comercializadas, un 5,5 por ciento más que en el mismo período de 2011.
Para la entidad brasileña, los próximos meses también se presentan favorables para el escenario en el mercado minorista si se tiene en cuenta la prórroga de la medida de reducción del IPI para los vehículos livianos y las nuevas facilidades financieras para el segmento de los pesados.
Seguir los precios. A los estímulos fiscales, el gobierno de Dilma Rousseff le agregó la protección arancelaria de la industria. Aprobó ayer la elevación hasta el 25 por ciento del impuesto de importación para 100 productos producidos fuera del Mercosur, al tiempo que anunció la implementación de un seguimiento de los precios de esos ítems en el mercado local, para evitar incrementos.
La Cámara de Comercio Exterior (Camex) dispuso la elevación del impuesto de importación para 100 produtos de los sectores siderúrgico, petroquímica, química fina, medicamentos y bienes de capital, informaron los diarios locales Folha y Estado. De acuerdo al anuncio del ministro de Hacienda, Guido Mantega, los productos que tendrán desde fin de mes el aumento de tributos pasarán por el monitoreo de su cartera, y en caso de detectarse aumento de precios al consumidor, la alícuota "caerá inmediatamente".
"El aumento del impuesto sirve para estimular la producción nacional, pero también vamos a fiscalizar", dijo el funcionario al explicar que "si hubiera aumento en el valor de esos items en el mercado interno, va a crear inflación".
El aumento de las tasas para los 100 productos forma parte de una política aprobada desde el año pasado por el Mercosur, y que desde la última cumbre fueron elevadas a 200 items, según refirió a agencia Brasil.