El gobierno de Brasil autorizó de forma permanente una cuota de importación mínima de 750.000 toneladas de trigo en grano libre de aranceles para países ajenos al Mercosur, medida que puso en funcionamiento mediante la reglamentación de un decreto y que perjudica directamente a la Argentina, históricamente el mayor proveedor del cereal fino al país vecino.
Frente a esta situación, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, se reunió con el mandatario del vecino país, Jair Bolsonaro, quien le aseguró que están garantizadas las exportaciones del trigo local a ese país, durante un encuentro que mantuvieron ayer al mediodía en el Palacio de Planalto, sede del gobierno brasileño.
“Agradezco al presidente Bolsonaro nuestro encuentro y el regalo en el día de mi cumpleaños”, aseguró Scioli al cabo de la reunión, según informó la representación diplomática argentina en Brasilia.
El jefe de Estado brasileño, agregó Scioli, “me manifestó que vamos a seguir profundizando nuestra relación y me dio la tranquilidad de que están garantizadas las exportaciones del trigo argentino a Brasil”.
Scioli también estableció contacto con las autoridades de Abitrigo, entidad que nuclea a la industria molinera de Brasil, quienes se manifestaron en el mismo sentido.
Frente a eso, también el gobierno brasileño buscó calmar las aguas a través del nuevo embajador de Brasil en la Argentina, Reinaldo José de Almeida Salgado, quien aseguró ayer que las exportaciones de trigo nacional al país vecino no se verán afectadas por la medida. Lo hizo luego de una reunión que mantuvo en Buenos Aires con el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme.
La medida se encuadra en la normativa del Mercosur y busca “dar cumplimiento a los compromisos asumidos por Brasil en el marco multilateral de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, informó la Cancillería.
El embajador Salgado y Neme, en tanto, coincidieron en la relevancia del bloque regional para ambos países y en la necesidad de “aunar los esfuerzos para consolidar y profundizar el proceso de integración en un contexto regional e internacional complejo, producto de la crisis sanitaria por Covid-19, que impactó en las economías de nuestros países”.
El año pasado el gobierno brasilero había autorizado de manera excepcional compras por fuera del Mercosur, pero ahora esa medida se reglamentó en forma permanente a través del 10.557 que lleva la firma, del presidente brasileño Jair Bolsonaro y de la ministra de Agricultura brasileña, Tereza Cristina.