Fidelizar el vínculo con los propios empleados, y que todos trabajen contentos. Hacia ese lugar apuntan sofisticadas estrategias de varias empresas líderes en el mundo, y ahora también en la Argentina. Es el caso de Telecom, Microfost y Coca Cola, que obtuvieron la certificación en Work & Life Balance que otorga el Instituto Europeo de Capital Social (EISC, siglas en inglés). Los ambiciosos programas, que parten de las gerencias de recursos humanos, apuntan a crear una red interna de “embajadores” entre los mismos empleados, que prediquen las bondades de integrarse a programas de mejoras, a cambio de comprometerse con los objetivos de la compañía.
Medio día libre semana por medio, licencia por maternidad, gradual y extendida más allá de los tres meses que marca la ley (ej., volver a trabajar 4 horas, durante el 4º mes de nacido el hijo; 5 horas durante el 5º mes, y así de seguido) o dos días al mes de trabajo on line desde la casa, entre otras muchas facilidades para que el empleado sienta confianza, se cargue de energía positiva, y al cabo, rinda más.
Los detalles fueron expuestos durante el seminario “Equilibrio laboral/personal: el nuevo rol de los gerentes como generadores de valor en la cultural de la empresa”, en la sede central de la compañía Telecom de la Argentina, en Puerto Madero de la Capital Federal.
Personalizar. Las razones, y las sinrazones, por las cuales un empleado se encuentra satisfecho o no con su vida laboral y personal, no siempre pueden ser abordadas por políticas planas y generales de recursos humanos. La tendencia actual de las compañías es a “personalizar” el vínculo con la tropa propia, y lograr sintonía fina con cada cual, y así satisfacer, si es posible, su problemática. “Hay empleados que les ofrecés que se queden a trabajar en la casa y les parece genial, trabajan más, y ganamos todos. Hay otros que se quedan en la casa y la pasan mal, no tienen un entorno familiar adecuado, y entonces no rinden, es caso por caso”, explicó Alejandro Melamed, de Coca Cola, una compañía con 125 años de historia, presencia en 206 países, 800 mil empleados y unas mil plantas en todo el planeta.
Para la dirección de Telecom, trabajar en la empresa es “una experiencia de vida”, y el objetivo de la oficina de recursos humanos es “promover el equilibrio entre la vida familiar y laboral para elevar la motivación”, explicó Silvia Forcada, funcionaria de la mega telefónica que cuenta con más de 15 mil empleados en la Argentina, la mitad de ellos en la Capital Federal, y el resto en el interior norte del país.
En el caso de Microsoft, que tiene sólo 200 empleados —en áreas comerciales— en la Argentina, de los 90 mil con que cuenta en todo el mundo, un buen vínculo, amistoso, de compromiso, con los empleados “no sólo es para hacer el bien, también se trata de una razón de negocios”, admitió Willermo Willi, su representante en el seminario. En el caso de Microsoft, el trabajo no presencial, vía red electrónica, desde ya, está más desarrollado y no sólo al interior de la empresa, sino también en las relaciones con los clientes. Las clásicas reuniones “presenciales”, sin bien nunca van a desaparecer por completo, van cediendo lugar al contacto electrónico.
En la etapa actual, con la creciente sofisticación de los procesos productivos, el conocimiento adquirido por empleados formados, eficientes, y fieles, va convirtiéndose en un activo de las empresas, a proteger. Más aún, en un contexto como el latinoamericano, con crecimiento económico y baja constante en las tasas de desempleo. Una invitación —en ciertos rubros y segmentos— a migrar hacia posiciones laborales con más beneficios. “Que el empleado se sienta cómodo, para que, entre otras cosas, siga eligiendo trabajar en la compañía”, fue una de las frases síntesis del seminario.