El diputado nacional por la UCR Mario Barletta aceptó hacerse cargo de la Embajada de la Argentina en Uruguay, tal como le ofreció la semana pasada el presidente Mauricio Macri, a fin de reemplazar a Guillermo Montenegro, quien ya inició la campaña electoral como precandidato a la Cámara baja.
El dirigente radical había sido desestimado para la conformación de la lista de Cambiemos para diputados nacionales por Santa Fe, incluso cuando en diciembre próximo caducará su mandato en la Cámara baja.
Esa situación le había generado cierto enojo al santafesino, tras lo cual Macri lo convocó, como reveló La Capital en su edición del sábado pasado, para ofrecerle el cargo de embajador en Uruguay, dejado vacante por Montenegro.
En tanto, el Senado nacional deberá aprobar el pliego que envíe el Ejecutivo para que Barletta quede formalmente nombrado en el cargo.
"Esperemos estar a la altura de las circunstancias, es una gran satisfacción. Están dadas las condiciones para realizar las tareas con mucho entusiasmo", sostuvo Barletta al confirmar que había decidido trasladarse a Montevideo.
De todos modos, el ex intendente de Santa Fe dijo que "la designación tiene que llevar adelante todos los paso que implica".
"Es importante para el país, y para la provincia (de Santa Fe) también, en los vínculos y las relaciones que se establecen. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para fortalecer la relación", manifestó el radical, que el jueves próximo se reunirá con el canciller Jorge Faurie y con Montenegro para evaluar la transición.
El ofrecimiento que el presidente le formuló a Barletta se produjo luego de que la Casa Rosada desistiera del nombre del santafesino para encabezar la lista a diputado nacional, que finalmente recayó en Albor Cantard.
El malestar del ex intendente de la capital santafesino llegó a los propios oídos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del presidente de la UCR nacional, José Corral.
Sin embargo, Barletta no hizo explícito su enojo hacia afuera, se cuidó de aparecer en los medios y concurrió hace algunas semanas a un encuentro con Macri, quien le sugirió la posibilidad de ser embajador en Paraguay o Uruguay.
El regreso al país de Montenegro para ser precandidato de Cambiemos dejó, finalmente, liberado el casillero uruguayo.