"La devaluación está haciendo su trabajo sucio". Para Mercedes Marcó del Pont, ex presidenta del Banco Central, el gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) avanzan en su objetivo principal: reducir drásticamente el salario en dólares para garantizar que el capital se quede con la mayor parte del ingreso nacional. En un año, esa caída llegó al 45 por ciento. En los últimos tres meses, desde el primer acuerdo con el organismo multilateral, se aceleró. "El ajuste superó ampliamente al que ya se hizo en los dos años y medio de la actual administración".
La economista estuvo la semana anterior en el local de La Corriente, exponiendo junto al concejal Roberto Sukerman en el marco de una actividad de la Facultad de la Militancia. Su diagnóstico sobre la realidad y las perspectivas económicas es sombrío. La contracara del "éxito" del gobierno en su programa de redistribución regresiva es "una contracción brutal de la economía y el mercado de trabajo en 2018 y 2019".La recesión agudizará el deterioro social y la conflictividad.
A las perspectivas expuestas por el propio Poder Ejecutivo sobre una caída del 2,4 por ciento en la economía este año, Marcó del Pont le agrega una estimación de retracción superior al 2 por ciento el año próximo.
"El torniquete monetario ya fue brutal en estos tres meses, la tasa de interés pasó del 40 por ciento al 60 por ciento anual y fue más lejos luego del cambio del presidente del Banco Central", señaló. Opinó que la profundización de esta política, sumada a la no intervención en el mercado cambiario, garantiza "una recesión gravísima". Más grave todavía es , advirtió, que en el universo del oficialismo "ya no se habla de economía real, sólo de timba y bicicleta financiera".
En esos términos, el gobierno busca reparar esa bicicleta para que ingresen dólares especulativos y eviten nuevas corridas cambiarias. Tras fumarse los u$s 15 mil millones que desembolsó el Fondo en el primer tramo del préstamo stand by, acordó adelantar los recursos s correspondientes a 2019 y 2020, y sumar otros 7.100 millones de dólares. Lo hizo a cambio de profundizar el ajuste fiscal y llegar al déficit cero antes del pago de intereses, secar la plaza de pesos y dejar flotar libremente el dólar.
"Lo primero que hay que decir es que la plata que le adelantó el Fondo al gobierno no registra precedentes, y esto es una muestra de respaldo político muy grande", describió Marcó del Pont. Dicho esto, advirtió que esta cobertura sólo alcanza para despejar el horizonte de default que se había instalado sobre los vencimientos de deuda pero no para atender la demanda de divisas para fuga, "que es el talón de Aquiles de este modelo".
"Para garantizar la actividad especulativa financiera los recursos del Fondo no alcanzan, de modo que el gobierno necesita recuperar el carry trade para no tener más escenarios de corrida", dijo la ex presidenta del Banco Central.
"Necesita que se combinen muchos astros, recuperar la bicicleta, bajar la dolarización a niveles de dos años atrás, prender velas para que no se genere ningún shock externo de magnitud, bajar el desequilibrio comercial por la recesión y que vuelvan a los bancos los dólares que se fueron estos meses y que no están depositando ahora", describió.
En ese proceso, el gobierno ensaya el nuevo plan de estabilización, cuyos resultados tienen "un signo de interrogación enorme" porque el organismo multilateral limitó la posibilidad del Central para intervenir en el mercado cambiario.
"Estas bandas son un chiste, cambian mes a mes y el Fondo le deja a la autoridad monetaria poco poder de fuego", señaló. Y agregó que 150 millones de dólares diarios para intervenir por encima de la banda "no hacen nada", sobre todo si "ya le avisaron al mercado que van a tener un dólar a 48 pesos a fin de año y el FMI pide que se ajuste el tipo de cambio todo lo que sea necesario".
En una proyección "moderada, sin hipótesis de descalabro", la economista calculó una cotización del dólar de 60 pesos el año que viene.
Por eso, concluyó que plan expuesto por el nuevo presidente del Banco Central garantiza que "el tipo de cambio y la tasa de interés en Argentina no tengan techo". La estrategia de frenar el crecimiento de la base monetaria, explicó, le pone un piso a la tasa de interés porque "los encajes bancarios son remunerados a tasa Leliq, entonces hay que subirlos más para absorber lo que generan los intereses, entonces si bajan la tasa el esquema se le cae como un castillo de naipes".
Para Marcó del Pont "hay cierta tensión entre lo que pide el Fondo y la necesidad política del gobierno de que no haya desmadre cambiario". Esto es porque en el diagnóstico oficial "no hay ninguna mención al tema de la fuga de dólares" que es el principal factor de inestabilidad. "En agosto se fueron 5 mil millones de dólares para atesoramiento, el mes anterior fueron otros 5 mil millones y en antes había sido 7 mil millones", recordó.
De hecho, los 15 mil millones que puso el Fondo se fueron a la dolarización de ahorros. Esta demanda, aun con el apretón monetario, tiene un componente estructural que conspira contra el ajuste externo que la devaluación produce por vía de la recesión y caída de importaciones. "No llevo la remera del cepo pero tenemos que garantizar que el ahorro que se genera en Argentina se quede en Argentina", dijo.
Desdolarización
"Lo que hace el gobierno redolarizando la economía es complicado porque no se conceptualiza a la fuga de dólares como el principal factor de la restricción externa", señaló Marcó del Pont. Y advirtió que, de cara a 2019, desde la oposición se tiene que plantear el tema de la "desdolarización de la economía", vinculada con alternativa de ahorro en pesos para la clase media.
Es un trabajo "político, comunicacional y multidisciplinario", dijo. También, abundó, hay dificultades prácticas, por la dolarización de mercados y contratos.
Sin embargo, consideró que "hay que encarar el tema de la desdolarización, a partir del campo minado que va a dejar el macrismo". Desde su punto de vista, esa discusión, que quedó trunca en la década pasada, toma más encarnadura en el campo popular. "Hay que tomar conciencia de que dolarizar no es un derecho constitucional", enfatizó, y concluyó: "Hoy 42 millones de argentinos están endeudados para que, a lo sumo, unos cuatro millones compren y fuguen dólares".
Rechazo al presupuesto
"La batalla central será la del presupuesto 2019", advirtió Mercedes Marcó del Pont, al describir el dramático proceso recesivo que profundizará el plan de ajuste fiscal que propone el gobierno al Congreso para su aval. Dentro de los múltiples aspectos que tiene esa disputa, la economista se detuvo en la intención de obtener una autorización para vender activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Ansés. Advirtió que ese plan es un eslabón crucial en el proyecto para privatizar la seguridad social. "Estos muchachos estaban agazapados para manotear esos fondos y enajenar recursos públicos fundamentales para permitir negocios privados", señaló.
En abierta crítica a los sectores de la oposición que especulan con avalar el proyecto de ley leyes, alertó que ese consenso significaría aprobar el plan del FMI. Una hipoteca que jugará en contra si, tras las elecciones de 2019, hay un cambio de gobierno nacional que busque negociar mejores condiciones.
La ex presidenta del Banco Central está convencida de que no se podrá hacer frente a la pesada herencia que dejará el macrismo "sólo con parches". El endeudamiento y la fuga volverán inevitable "una reprogramación de la deuda" con el organismo multilateral. "No será lo mismo negociar con el FMI si no se apoyó este presupuesto, que si se lo apoyó", señaló.
Para Marcó del Pont, "hay que buscar respaldo social para avanzar en políticas que permitan volver a la Argentina productiva y con empleo, desmontando la timba financiera".