El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, confirmó ayer que el mes próximo el gobierno comenzará a distribuir la tarjeta alimentaria en grandes centros urbanos, en el marco del Plan Argentina contra el Hambre.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, confirmó ayer que el mes próximo el gobierno comenzará a distribuir la tarjeta alimentaria en grandes centros urbanos, en el marco del Plan Argentina contra el Hambre.
Justamente el ministro de Desarrollo Social de la provincia de Santa Fe ya había adelantado que durante enero la tarjeta llegaría a territorio santafesino, para lo cual en estos días se firmarán los convenios respectivos y se cruzarán los datos para ajustar los padrones de beneficiarios.
"En enero vamos a avanzar con la distribución de la tarjeta de alimentos en el conurbano bonaerense y en grandes centros urbanos", dijo Arroyo en referencia al plástico emitido por el Banco Nación que permite la compra de alimentos para familias que tengan niños de hasta seis años.
El funcionario recordó que la distribución comenzó la semana pasada en Concordia, "una de las ciudades más pobres de Argentina", donde se repartieron unas 7.000 tarjetas que representan 35 millones de pesos.
Ese dinero "que ahora está en Concordia antes no estaba. Ahí el 30 por ciento de las compras fueron para lácteos, carne y fruta, que es a lo que apuntábamos", dijo Arroyo.
Respecto a los controles del Estado en relación al funcionamiento de la tarjeta, dettalló: "Sólo registramos situaciones en dos comercios que le cobraron de más a la gente, y automáticamente actuó la fiscalía y multó al comerciante".
"La implementación de la tarjeta fue más que exitosa, en una semana lanzamos el plan más grande que tiene el país", valoró.
En materia económica, planteó que "la tarjeta va a representar 60.000 millones de pesos que se inyectarán en la economía local permitiendo la reactivación de esos pequeños mercados".
Además recordó que "hay un problema de hambre y de malnutrición" en el país y que de continuar así "íbamos a un camino de niños bajos y obesos".
"La situación de los jóvenes también es muy complicada, incluso la de los que estudian y trabajan", destacó Arroyo.
Por Martín Stoianovich