El jefe de Gabinete, Marcos Peña, definió ayer a la Argentina como el país con "más potencial en el mundo" para atraer inversiones, al anunciar el foro de negocios que se realizará la próxima semana en Buenos Aires, en el que participarán 1.600 empresarios de alto nivel de 65 naciones.
"No hay país en el mundo hoy con más potencial que Argentina para captar inversiones", sostuvo el jefe de ministros tras relevar que todos los sectores de la economía necesitan desarrollarse, entre los que resaltó los rubros energía e infraestructura, áreas que —aseguró— ya entraron el proceso de inversión a partir de la licitaciones en energías renovables y las obras del Plan Belgrano.
"El foro es un éxito antes de que comience", dijo Peña en una rueda de prensa donde explicó pormenores del evento junto al asesor presidencial en temas de inversión, Horacio Reyser, y el director de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, Juan Procaccini.
El Foro de Inversión y Negocios reunirá entre lunes y jueves próximos en el Centro Cultural Kirchner a 800 empresarios y altos ejecutivos de empresas de primera línea de 65 países, más 800 responsables de compañía nacionales e internacionales instaladas en Argentina, y funcionarios nacionales, provinciales y extranjeros.
Peña evaluó que el primer hito de la convocatoria se cumplió "con el altísimo nivel de participación", y que el siguiente objetivo es que "surjan cosas concretas" para lo cual "ya hay puertas".
En cuanto a las situaciones coyunturales, como la discusión por las tarifas o un potencial paro general, el ministro resaltó que los inversores buscan proyecto de largo plazo y ponderar que en el país "hubo un cambio cualitativo al ver que hay gente en el gobierno que quiere hacer las cosas bien".
Estancamiento y recesión. En este contexto, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna salió al ruedo y cuestionó la gestión del presidente Mauricio Macri por "sacralizar la inversión" como único motor del crecimiento y advirtió que "el estancamiento se convirtió en recesión". Según el economista, el primer problema que tuvo la administración macrista fue suponer que "el sólo cambio de gobierno haría que llovieran las inversiones"
Sostuvo que "el estancamiento se convirtió en recesión y la inflación subió 15 puntos por encima del 25% previo". Y añadió que "el acordar a las apuradas, solo concediendo y sin una verdadera negociación con el minigrupo de acreedores, no hizo que Argentina recuperara acceso a los mercados de crédito a tasas comparadas con otros países de la región".
Para el ex funcionario, "hay una vieja receta de decir que las inversiones o como mucho las inversiones más las exportaciones son el motor de la economía. Aunque no se lo haga explícito eso significa que el consumo es visto sólo como un residuo, como la consecuencia".
"El problema es que ese residuo es en grandes números el 75% de la demanda. Como sociedad, nuestra clase dirigente sigue teniendo problemas en encontrar un justo medio. O caemos en el populismo de alentar el consumo sin importar la inversión, lo cual tiene patas cortas o, en el otro extremo, en sacralizar la inversión", enfatizó.