Se conoció por estas horas un dato de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que muestra a la Argentina encabezando un doloroso ránking mundial. Somos el país que peor caída industrial tuvo en el planeta durante 2019. Ocupando el podio con quienes nos siguieron, el reino de Jordania y los africanos de Burundi.
Duele, pero no sorprende. Es algo que desde la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) veníamos advirtiendo desde hace mucho tiempo. No hubo lluvia de inversiones, ni brotes verdes, sino más bien un industricidio.
Nos dijeron que íbamos a entrar en el mundo, eliminando aranceles de importación y entregando las riendas de la economía al mercado. Y así nos fue.
En cuatro años, se incrementó la pobreza, cayó el empleo, persistió la inflación, los capitales especulativos hicieron de la Argentina una tierra fértil. Mientras la bicicleta financiera dio enormes ganancias, nos convertimos en el país que más deuda tomó con el Fondo Monetario Internacional y ahora, este nuevo dato que aportan la ONU, que nos convierte en la tierra que a nivel mundial más retroceso tuvo en su sector manufacturero.
En Fisfe tenemos un slogan que dice que ‘Sin industria no hay Nación’, que hoy cobra más vigencia que nunca. Venimos de 18 meses de retroceso de la actividad, con una capacidad instalada que nos permitiría, con las políticas adecuadas, volver a crecer, a agregar valor, a generar empleo, a dinamizar el mercado interno.
Esperamos que así sea y que en poco tiempo, podamos como entidad fabril empezar a dar de nuevo noticias positivas. Hasta acá, en el país se han perdido en cuatro años más de 20 mil empresas y casi 200 mil puestos de trabajo.
En la provincia, se cayeron 370 empresas y una cantidad similar tiene procedimiento de crisis. Tenemos 10 mil empleos registrados menos. La realidad habla por sí misma.
La industria, en ese modelo que pasó, quedó relegada. En Fisfe, desde la provincia de Santa Fe, lo fuimos advirtiendo mes a mes con nuestros informes económicos, que daban cuenta de la caída de la actividad.
Creamos en 2016 un Observatorio de las Importaciones, que fue referencia a nivel nacional. Propusimos medidas contracíclicas siempre que pudimos e instalamos nuestras demandas en la opinión pública. No obstante, como entidad gremial, no somos quienes definimos las políticas públicas.
Por eso ahora, que hubo recambio de autoridades en todos los niveles y se escuchan discursos de otro tipo, vamos a trabajar por las soluciones que requiere el sector industrial. No existen soluciones mágicas y el daño que se hizo al tejido productivo durante estos años, seguro llevará tiempo de poder revertirse. Allí estaremos siempre que se nos convoque. Porque a pesar de que la industria haya sido la gran perdedora del modelo que pasó, seguimos de pie.