La segunda ronda del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) se comenzará a pagar a partir del 8 de junio, informó hoy el gobierno nacional, para así llevar tranquilidad a los sectores más vulnerables que padecieron una pérdida considerable de sus ingresos por el impacto de la pandemia del coronavirus.
La Anses anticipó que quienes cobraron el bono IFE de 10 mil pesos en su primera emisión no necesitarán anotarse otra vez para cobrar el refuerzo, ya que el universo de beneficiarios sería el mismo que ya accedió a la primera ronda.
El cronograma de pago, que según detallaron durará entre 4 y 5 semanas, se pondrá en marcha el próximo lunes mediante el pago a aquellos beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), quienes recibirán ambos beneficios en forma conjunta.
Luego cobrarán quienes tienen una Clave Bancaria Uniforme (CBU), la que deben informar para poder recibir el pago mediante la acreditación de los 10 mil pesos en sus cuentas bancarias. Mientras que la tercera y última tanda de pago será con aquellos beneficiarios que no están bancarizados y deberán concurrir en forma presencial.
El detalle del anuncio lo brindó la flamante directora ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta, a través de una conferencia de prensa desarrollada en la Casa Rosada.
Según explicó la funcionaria, “los que no tienen tengan la posibilidad cobrar a través del banco, además de recibir los 10.000 pesos podrán recibir un CBU, para que no solo estén incluidos ante la emergencia sino que también queden bancarizados y reciban inclusión en todos los sentidos”, precisó.
Raverta explicó que la intención de la Anses es darle una mayor dinámica al sistema a través de "un cronograma inteligente, más ágil, que se extiende en el tiempo porque 9 millones de personas no pueden salir todos juntos a cobrar en este contexto pandémico”.
Según un informe de los Ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Trabajo, el pago del IFE evitó que en el último tiempo entre 2,7 y 4,5 millones de personas cayeran en la pobreza y la indigencia en la Argentina.
El IFE, que en su primera instancia alcanzó a 8,3 millones de beneficiarios que vieron reducidos sus ingresos durante la cuarentena, “es una de las medidas de transferencias más grandes llevadas a cabo en el marco de la pandemia que ayudó a evitar que se amplíen las brechas de desigualdad que existen en el país”, según describe un informe del ministerio de Economía.